CULTURA

Fermín Bocos abre en Toledo «Las Puertas del Infierno»

El periodista y escritor santanderino presenta este lunes en la Biblioteca del Alcázar su nuevo libro en el que analiza las representaciones culturales del mal

Fermín Bocos en Petra (Jordania) Álex Bocos

M. CEBRIÁN

Dentro del ciclo de «Mitología y Teatro Clásico» organizado por la Biblioteca de Castilla-La Mancha , este lunes el periodista y escritor Fermín Bocos viene a presentar a Toledo su nuevo libro, «Viaje a las Puertas del Infierno. Las entradas ocultas del Hades» (Editorial Ariel). El autor santanderino propone con esta obra un recorrido alrededor del mundo para conocer las representaciones que ha tenido el mundo del mal en el arte y la cultura a lo largo de los siglos , pasando por diferentes civilizaciones.

-Según usted, ¿qué es el infierno y cómo lo definiría?

-El infierno, como concepto metafísico, es paralelo al pensamiento humano, ya que desde que el hombre existe se ha planteado preguntas de lo que hay en el más allá, es decir, cuando mueren. Todas las civilizaciones que nos han precedido, desde los egipcios a los babilonios, pasando por los judíos, la Grecia clásica o Roma, han tenido presente esta referencia cultural. Todos estos pueblos elaboraron en su momento toda una filosofía alrededor de esto y que contemplaba el miedo al más allá en función de la conducta de cada uno.

-Cree que el concepto continúa vigente hoy?

-El concepto es trasladable a nuestros días. El diablo, el infierno y el mal existen, y si alguien tiene alguna duda, que se pregunte lo que está pasando en la antigua Mesopotamia, entre Irak y Siria, con el Estado Islámico, o que eche un vistazo a lo que ha sido la historia del siglo XX, con acontecimientos como los campos de concentración nazis o los gulag soviéticos. Sin embargo, el concepto como tal está en desuso en el mundo occidental porque están desapareciendo de los planes de estudio las Humanidades, la Filosofía, la Historia de las religiones y de las civilizaciones.

-Después de viajar por el mundo y analizar varios lugares, ¿donde cree que hay más huellas?

-Como libro de viajes, lo que hago en él es mezclar la curiosidad periodística con el gusto por la Historia Antigua y por la recuperación de los mitos clásicos. De hecho, está escrito al hilo de la aventura de Ulises en «La Odisea», que le lleva en un momento dado a intentar escrutar el futuro, lo cual lo hace a través un oráculo de los vivos, o bien, a través de un oráculo de los muertos, la Sibila de Cumas en Nápoles o la Pitia en Delfos. Treinta y tantos siglos después yo he bajado las mismas escaleras que llevaron a Ulises al Necromateion.

-¿Qué tienen en común todos estos lugares?

-Son lugares donde aún hoy reverbera el eco de ceremonias ancestrales y donde se plantó la semilla del temor más antiguo, que es el miedo al más allá o al infierno. Mi viaje va desde el monasterio onubense de Santa María de La Rábida o El Escorial a remotos rincones de deslumbrante exotismo, como las ruinas de Babilonia, la tumba de los guerreros de terracota de Xian, en China, o el templo dedicado al diablo en Taisoji, en Tokio (Japón). Pero el principal recorrido lo marcan los centros de la cultura y la espiritualidad clásica y cristiana, como el lago Averno, Eleusis, el Necromateion, la tumba de Dante, el monte Hermón en el Golán, la iglesia del Purgatorio en Roma o Turín, más conocida por ser «la ciudad del Diablo».

-¿Para que haya un infierno tiene que existir su contrario, es decir, un cielo o un paraíso?

-Desde luego. Vivimos en un mundo dual, cuya naturaleza está conformada por los contrarios. De hecho, el último capítulo del libro está dedicado a mi estancia en una comunidad de monjes bizantinos en el monte Athos, una veintena de monasterios en el norte de Grecia, donde viven igual que vivían hace diez siglos. Este lugar cierra mi periplo cambiando la perspectiva y apuntando a una posible «Puerta del Cielo».

-Toledo ha estado ligado en el pasado a la nigromancia y, entre sus calles, hay alguna dedicada al Diablo o al Infierno. Pero, ¿cree hay alguna relación entre esta ciudad y todo este mundo?

-Yo no tengo constancia de que Toledo tenga la etiqueta de «ciudad del Diablo», como le pasa a Turín, a la cual dedico un capítulo del libro. La ciudad de lo que tiene fama es de haber sido crisol de religiones y marco en el que se cruzaron diferentes ideas. En definitiva, Toledo es el resultado brillante e irrepetible donde la Historia de las Civilizaciones puso más que otros sitios.

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