La Casa del Temple, la más antigua de Toledo, se abre al público este sábado
El Consorcio ofrecerá visitas al edificio, excepcional por sus carpinterías de los siglos XI-XII, de 10,00 a 14,00, y de 16,00 a 18,00 horas
La Casa del Temple , probablemente el edificio civil con estructuras en uso más antiguo de Toledo y uno de los más antiguos de España (ya que posee elementos de los siglos XI-XII situados en la misma posición y con la misma función para la que fueron creados), podrá visitarse este sábado dentro de las Jornadas de Puertas Abiertas que cada mes organiza el Consorcio en distintos monumentos de la ciudad con motivo del XXX aniversario de la declaración de Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
La visita, que tendrá lugar de 10,00 a 14,00 horas, y de 16,00 a 18,00, posee el aliciente, además, de ofrecer el edificio completamente despejado, ya que ha sido recientemente restaurado por el Consorcio, bajo la dirección de la arquitecta Teresa Simões. Las tareas, cuyo coste ha sido superior a 40.000 euros, han incluido la limpieza y restauración de las carpinterías de la planta baja.
El gerente del Consorcio , Manuel Santolaya , que presentó en el propio inmueble las visitas del sábado junto a la concejal de Turismo, Rosa Ana Rodríguez , y al propietario de la Casa del Temple, Amador Valdés, explicó además que el edificio quedará incorporado a las Rutas de Patrimonio Desconocido, por lo que en adelante podrá ser visitado una vez por semana. Los interesados en realizar estas visitas, fuera de la Jornada de Puertas Abiertas del sábado 18, podrán recibir información en el Centro de Gestión de Recursos Culturales del Consorcio (teléfono 925 253080).
La Casa del Temple
Mencionado en la novela Ángel Guerra (1891) por Benito Pérez Galdós, el edificio popularmente conocido como «Casa del Temple» se encuentra situado en el número 2 de la calle de la Soledad. Se trata de los restos de un antiquísimo palacio hispanomusulmán de grandes dimensiones, que en su día debió de comprender toda la manzana hasta la calle del Cobertizo de San Miguel y que está datado entre finales del siglo XI o comienzos del XII. No obstante, el edificio conserva restos islámicos anteriores, de época califal, entre ellos unos zócalos subterráneos con valiosos restos pictóricos.
Por su proximidad al antiguo Alcázar y su vecindad con la plaza del Seco, también con importantes restos de un arco islámico, fue sin duda un edificio de excepcional relevancia. Algunas de sus carpinterías, entre ellas la valiosa armadura de par y nudillo situada en la planta superior, poseen paralelismos en edificios como la Aljafería de Zaragoza y el alfarje de la iglesia segoviana de San Millán.
Posteriormente, durante la baja Edad Media, el edificio fue reformado y sufrió la misma evolución y reparcelación que otras muchas casas toledanas. A mediados del siglo XIX, fue documentado por Amador de los Ríos. En aquel entonces, la zona más occidental de cuanto quedaba del primitivo palacio comenzó a ser conocida como «Casa del Temple», mientras que la oriental, que no se ha conservado, se denominaba «Casa de la Parra». De aquí procedía la valiosa alacena mudéjar que salió de Toledo en 1870 con destino al museo South Kensington de Londres (actualmente, The Victoria and Albert Museum).
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