Silvia Rey Veiga: «Quiero ser igual o mejor que mis padres»
La hija mayor de Julio Rey y Vanessa Veiga tiene 15 años y ya gana carreras populares. «No tengo ninguna presión y solo pienso en pasármelo bien», dice
Silvia no se acuerda porque solo tenía tres meses de vida, pero en agosto de 2004 estaba en Atenas animando a su papá en la maratón de los Juegos Olímpicos. Otras veces, como en los Juegos de Londres de 2012, le tocó alentar a su mamá, y eso ya sí que lo recuerda porque entonces tenía ocho años. Ahora tiene 15, estudia 4º de la ESO en el instituto Carlos III de Toledo y es la primera vez que habla con un medio de comunicación.
Silvia Rey Veiga es la hija mayor del matrimonio Julio Rey-Vanessa Veiga, dos atletas de élite ya retirados. El palmarés de Julio es asombroso: subcampeón mundial, dos veces tercero en sendos europeos y récord de España de maratón aún vigente (2:06:52). Lo que hizo Vanessa quizá sorprenda más: dejó el atletismo profesional en 2003, tuvo tres hijos (los otros dos son Julia, de 14, y David, de 11), volvió siete años después y obtuvo sus mejores resultados, entre ellos la victoria en el maratón de Madrid.
Silvia tiene a sus ídolos en casa y algún día, dice, «quiero ser igual o mejor que mis padres, pero no tengo ninguna presión. Yo solo pienso en pasármelo bien». «Ella es igual de feliz quedando la primera que la décima», comenta su madre, para quien «la presión nunca es positiva». «Está claro que es hija de dos atletas que han hecho cosas importantes, sobre todo su padre, pero Silvia tiene que ser Silvia, no ‘la hija de’, y creo que lo estamos consiguiendo. Es un niña tímida, pero con personalidad», afirma.
Silvia empezó haciendo escalada y solo hace dos años que compite en atletismo. Su primera carrera fue el cross de Quintanar de la Orden. De momento, alterna las pruebas oficiales en la que se mide a niñas de su edad, con las carreras populares. El día de Nochebuena ganó la XVI Carrera del Mazapán en Polán, mañana correrá en La Puebla de Montalbán y el martes la San Silvestre de Mora. Su madre dice que le vienen bien porque en 2020 pasa a categoría juvenil y tendrá que correr distancias más largas.
A sus 15 años, Silvia cree que el atletismo «no es solo para ganar. Correr te ayuda a liberarte. Yo, por ejemplo, cuando voy rodando pienso en mis cosas y me ayuda a relajarme. Es una especie de terapia. Es cierto que a veces, cuando me canso, como que me rindo un poco, y creo que tendría que mejorarlo». Dicho esto, los genes son los que son, en marzo se disputan los campeonatos de España de campo a través y de pista, y a la adolescente le gustaría conseguir una medalla en alguno de ellos para ir al campeonato de Europa.
Estudiar «medicina»
Cuando a Julio y a Vanessa se les pregunta por Silvia, los dos describen a una joven ejemplar. «Es un encanto, una niña que se educa sola, súper responsable», dice él. Y ella añade: «Es muy trabajadora, con una madurez increíble y un gran futuro, pero tiene que tener claro que del deporte no se vive, tiene que estudiar mucho...». Veiga recuerda que hay deportistas de alto nivel que, una vez jubilados, están pidiendo trabajo por las redes sociales.
Julio Rey, todo un subcampeón del mundo, asegura que su hija mayor tiene «más talento» que él: «Si ella trabaja, con el talento que tiene llegará hasta donde quiera. No te voy a decir que va a ser campeona olímpica, que podría, porque luego influyen muchos factores, pero tiene potencial para aspirar a una medalla en los Juegos. Depende de ella». Eso sí, «para mí es más importante su formación que el deporte».
Y Silvia desvela entonces que le gustaría estudiar «medicina».