San Martín de Montalbán tiene su campeón del mundo de «tuishou»
Ignacio de la Encina acumula 24 oros, 4 platas y un bronce en los últimos años entre campeonatos nacionales e internacionales de este arte marcial
Todo el mundo conoce a Pau Gasol, Rafael Nadal, Andrés Iniesta o Mireia Belmonte gracias a sus numerosos éxitos deportivos. Pero, ¿sabe alguien quién es Ignacio de la Encina? Supongo que nadie o muy pocos. El lugar en el que es más famoso es en la pequeña localidad toledana de San Martín de Montalbán, donde este joven de 28 años nació y donde pretende encender la llama del «taichichuan» y del «tuishou» , artes marciales de las que es campeón del mundo.
«Nacho», como es conocido en su pueblo, comenzó a interesarse por las artes marciales cuando era un niño y, como todos los que se acercan a este mundo, las películas de Bruce Lee que echaban en la televisión tienen mucho que ver. A los nueve años, comenzó a dar clases de kárate y, después de un tiempo sin practicar, a los 15 años se pasó a un arte marcial japonés llamado «ninjutsu». Sin embargo, fue a raíz de conocer a Álvaro Flores, instructor de «taichichuan», cuando comenzó a practicar esta disciplina , además del «tuishou». «Gracias a él volví a ilusionarme y a buscar mi camino a través de las artes marciales», afirma.
La primera pregunta que surge a continuación es la siguiente: ¿Qué son estas artes marciales y en qué consisten? Según explica el campeón del mundo de estas disciplinas, el «taichichuan» —también llamado boxeo supremo— es un antiguo arte marcial chino, con probados beneficios para la salud mental y física, que se realiza mediante movimientos relajados y armoniosos en combinación con la respiración y la concentración mental. Mientras, el «tuishou» —también conocido como «push hands» o empuje de manos—, es un método de entrenamiento del taichí , en el cual dos personas practican la ejecución en pareja de movimientos lentos y coordinados basados en esta gimnasia china.
Más difusión
El objetivo, según indica Ignacio de la Encina, es aprender a refinar la sensibilidad de nuestro cuerpo, adquirir conciencia interna y así aprender a reaccionar frente a un empuje real. «Muchas personas que practican taichí ni siquiera saben que existe, ya que no está muy difundido. Una de las razones principales es la falta de información sobre el currículo completo del taichí, el cual, además de armas y formas de mano, también debería incluir empuje de manos» , asegura.
Nacho regresó hace poco del mundial celebrado a finales de octubre en el estadio Arena de Taipei (Taiwan), donde consiguió tres medallas de oro y una plata , tras el cual fue recibido con honores en San Martín de Montalbán, cuyos vecinos organizaron una colecta en agosto para ayudarle con su viaje. Y es que, pese a los numerosos éxitos de este campeón —con 24 oros, 4 platas y un bronce conseguidos entre campeonatos nacionales e internacionales en los últimos años—, la Administración no le da ayudas económicas al considerar estas artes marciales como deportes minoritarios.
«Es impresionante lo que me han ayudado mis paisanos. Por eso, yo reivindico siempre a la gente de mi pueblo y llevo el nombre de San Martín de Montalbán por todos los sitios a los que voy , pero echo en falta la ayuda de mi país. No lo digo sólo por mí, sino por todos los grandes deportistas que tenemos en España que no pueden permitirse a veces ni viajar a los campeonatos, y nunca salen a la luz», señala.
Ignacio de la Encina, aparte de competir por ser el mejor del mundo en «taichichuan» y «tuishou», lucha por que estas artes marciales sean más reconocidas y practicadas. Según reconoce, «en España hay bastantes practicantes a día de hoy, cada año hay más , pero el mayor fallo que veo es que están muy divididos. Y en esta práctica, como en muchas otras, cuantos más seamos siempre es mejor, porque todos podemos aprender de todos».
Esta es la filosofía que pretende hacer llegar a su pueblo, donde a partir de enero comenzará a dar clases de estas artes marciales de forma gratuita —los lunes y martes, y algún fin de semana—, algo para lo que ya hay apuntados varios interesados. «Es mi forma de devolverles la ayuda que me han prestado. Estoy seguro de que pronto seremos muchos los artistas marciales que salgamos de San Martín de Montalbán», dice orgulloso el campeón lugareño.