Javier Lozano: «Hemos repartido un millón y medio entre los clubes cuando antes pagábamos para que nos televisaran»

El toledano, que acaba de ser reelegido para un cuarto mandato como presidente de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS), cree «que la competición es más democrática, y es una buena noticia al generarse ilusión en muchas más ciudades»

Javier Lozano, en el patio de ABC, en una imagen de 2019 Isabel Permuy
Juan Antonio Pérez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Javier Lozano Cid (Toledo, 1960) acaba de renovar mandato por cuarta vez como presidente de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS). Llegó al cargo en 2009 y los clubes lo han apoyado para que siga hasta el 2025. Antes, ya se sabe, fue el seleccionador con el que España ganó sus dos únicos Mundiales (en 2000 y 2004). También trabajó en el Real Madrid (entre 2007 y 2009).

¿Qué espera de los próximos cuatro años?

Seguir haciendo crecer la Liga. Tenemos un problema con la federación española, que nos está limitando las competencias, y es una rémora. Cuando llegamos, nos encontramos que la Liga estaba en quiebra técnica, con cuatro millones de euros de deuda, sin publicidad, sin televisión, sin patrocinios. Hicimos un plan estratégico con tres fases para sanearnos, consolidarnos y dar un impulso. Firmamos un contrato de televisión de cinco millones de euros; en 2018 llenamos el WiZink Center de Madrid en la Copa de España, por la que pasaron 40.000 personas, y teníamos presencia en más de 40 países. El paso siguiente era la globalización, pero crecimos tanto que la federación decidió que se quedaba con la competición y ahora estamos peleando por algo incomprensible.

El fútbol sala es uno de los deportes más practicados en España y, sin embargo, parece que que no tiene la misma relevancia en cuanto a presencia pública. ¿A qué se debe?

Los datos hay que conocerlos un poquito más en profundidad. No es exactamente así. Por ejemplo, en ‘LaLigaSportsTV’, en el que hay más de 30 deportes, somos el número uno en audiencias, en calado, en interacciones... por eso somos los que más cobramos. Otra cosa es que no tengamos la presencia que nos gustaría. En todo caso, nos tenemos que comparar con nosotros mismos. El año pasado se televisaron 297 partidos, repartimos 1.470.000 euros entre los clubes, cuando antes el fútbol sala tenía que pagar para que lo televisaran; tenemos un millón de seguidores en las distintas redes sociales y usuarios de 195 países.

Este fin de semana comienza la Liga, donde equipos como Viña Albali Valdepeñas, Palma Futsal, Levante o Jimbee Cartagena se han sumado a los tres grandes (Movistar Inter, ElPozo Murcia y Barça) en la lucha por los títulos. ¿Cómo lo valora?

Es una buena noticia porque se genera ilusión en muchas más ciudades. La competición es más democrática. Cuando llegamos, aparte del problema económico, había uno de estructura, de visión. Había equipos en vez de clubes. Lo que hicimos fue invertir en los clubes para generar estructura. Una pieza clave fue la conexión con el público. Ahora se vive para el socio, para el aficionado. Y, con esa masa social, el peso específico del club dentro de la ciudad se ha multiplicado.

Justo antes de llegar a la Liga Nacional de Fútbol Sala, estuvo en el Real Madrid (como responsable del área profesional y, después, como director de la cantera). ¿Qué conocimientos ha aplicado?

El Real Madrid, en los despachos, es una nave espacial. Allí aprendí técnicas de gestión y de organización que ninguna escuela de negocios me enseñó. Aprendí los controles transversales para eliminar prácticas sucias o no deseables. Nos dimos cuenta de que al público lo teníamos que conquistar de forma digital. Y luego saber aguantar la presión, que en el fútbol sala es una broma comparado con el Real Madrid. Lo que aquí es una brisa, allí es una DANA.

¿Qué le ha parecido la actuación de España en el reciente Mundial (cayó en cuartos de final contra Portugal?

Me sigue dando mucha pena que las dos únicas estrellas que tenemos sigan siendo las que conseguimos nosotros. Los éxitos de la selección multiplican el interés de patrocinadores, de público y de los propios clubes. Llevamos muchos años sin ser campeones y estamos empezando a perder lo que habíamos creado, que era una cultura del fútbol sala español. Éramos la referencia, un modelo a seguir.

¿Falta talento? ¿Hay mala suerte?

Es un problema más profundo. Tengo que tener mucho cuidado con lo que digo porque me considero, junto con más gente, uno de los padres de la selección. Y me da rabia lo que veo. En una organización deportiva es muy importante la filosofía, los valores, la cultura que impregnas, que es el alma. Y a partir de ahí se construye lo tangible: los objetivos.

La última. Como toledano, recordará que en los años 90 la ciudad era la capital del fútbol sala español. Ahora, en cambio, no hay equipo ni en Segunda B. ¿Qué ha pasado?

Siempre ha habido un problema grave de financiación. Me consta que en Toledo el deporte base tiene muy buena salud, pero en la alta competición entra en juego el dinero y un equipo de élite no se puede sostener con dinero público. Mientras eso no se solucione, va a ser muy difícil tener un proyecto de alta competición.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación