Irene Sánchez-Escribano, a su «máximo nivel»
La atleta toledana está en el mejor momento de su vida deportiva a pocos meses del «sueño» de los Juegos Olímpicos
Irene Sánchez-Escribano (Toledo, 1992) se encuentra a su «máximo nivel» y acaba de completar una temporada «de invierno de 10» al proclamarse campeona de España de cross por primera vez. A ello hay que sumar sus cuatro títulos nacionales en los 3.000 metros obstáculos , prueba en la que tiene plaza para los Juegos Olímpicos de Tokio, el «sueño» de cualquier deportista, ahora en el alambre por la pandemia del coronavirus.
«Tokio está marcado en el calendario desde hace mucho tiempo. Es el sueño de cualquier deportista acudir a una Olimpiada», resalta en una entrevista telefónica. Sánchez-Escribano fue una de las primeras atletas españolas en conseguir la marca mínima para los Juegos. Lo logró el 18 de agosto en la Diamond League de Birmingham (Inglaterra) al hacer 9:27.53 (se exige bajar de 9:30), un ritmo que «unos años atrás parecía lejanísimo».
La idea en la capital japonesa, si es que finalmente se disputan los Juegos, es «dar continuidad» a su crecimiento deportivo, pues «siempre se quiere mejorar». Un objetivo razonable sería clasificarse para la final, una cita de la que se quedó fuera en el pasado Mundial de Doha al correr en la serie más lenta. También, por qué no, seguir escalando posiciones en el ranking histórico nacional de la distancia. El récord está en posesión de Marta Domínguez (9:09.39), lo que «es muy difícil, una locura». Sin embargo, es más asequible batir los registros de Eva Arias (9:25:14) o de Rosa Morató (9:26.23).
Por otro lado, la atleta toledana reconoce que desde que comenzó a entrenar con Antonio Serrano (La Solana, 1965), hace ya diez años, el cambio ha sido brutal. «Noté mucho el cambio porque Antonio entrena a atletas de élite y su forma de entrenar era muy distinta», rememora Sánchez-Escribano, de quien ensalza que «sabe captar muy bien los puntos fuertes y débiles de cada uno». «Ayuda mucho, no pone límite y la comunicación es muy buena, hasta el punto de que cuando hay algún problema y no vamos como pensamos que debe ser, él mismo intenta poner el remedio», añade.
Hay que tener en cuenta que esta toledana de 27 años se dedica plenamente al atletismo solo desde hace cuatro, justo cuando terminó la carrera de Medicina. Entonces aparcó su recién estrenada licenciatura y el MIR, al que un día se enfrentará pese a que «todavía» no tiene «muy clara la especialidad» que hará.
De momento, y tras su exitoso invierno, Sánchez-Escribano bajará el ritmo en las próximas semanas con el objetivo de planificar, a mediados de mayo, «el calendario de competiciones» para el verano. La mente, claro, está puesta en Tokio.
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