Toledo reestrena el rastrillo que cierra el puente de Alcántara, de los más antiguos de Europa
Se ha culminado su restauración en una acción del Ayuntamiento y la Fundación Montemadrid
Tres años después de firmarse el convenio entre el Ayuntamiento de Toledo y la Fundación Montemadrid para la acción de restauración del torreón medieval del puente de Alcántara se ha presentado el resultado de esta intervención en la que destaca la recuperación del rastrillo de madera que cierra la puerta del torreón del puente, que no solo ha constituido todo un importante hallazgo, sino que además se ha podido determinar que es, según los estudios realizados, uno de los más antiguos de Europa.
Durante muchos meses nueve alumnos desempleados de entre 18 y 30 años de la Escuela de Formación y Empleo Municipal han sido los encargados de llevar a cabo todos los trabajos de recuperación y acondicionamiento del interior y parte alta del torreón que no requería de mano de obra especializada, por lo que han recibido los diplomas acreditativos.
Aparte de los responsables de la Escuela, en este acto han estado presentes la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, que ha destacado la importancia de la obra en «la ciudad más histórica de España», y la directora general de la Fundación Montemadrid, Amaya de Miguel, quien se ha estrenado en el cargo con esta intervencion y que anunció una segunda fase de obras de restauración en el torreón a partir de mayo.
En la presentación se ha destacado de manera singular el relevante descubrimiento arqueológico del rastrillo de la torre-puerta que permitía cerrar el paso. Según las pruebas llevadas a cabo por medio de carbono-14 calibrado se puede determinar con un 96 por ciento de acierto que el rastrillo original data de entre 1156 y 1266, lo que permite datarlo como un de los más antiguos datados en Europa.
El rastrillo es un elemento defensivo que aunque ya se conocía ne la Antigüedad se populariza en la Baja Edad Media. Consiste en una reja que se desliza verticalmente entre hendiduras laterales para poder bloquear rápidamente el pasaje de ingreso a una fortificación.
En el caso del ratrillo del puente de Alcántara se añade además la importancia estratégica, al confluir en esta torre-puerta los caminos que desde el otro lado del río Tajo provenían del este y del sur. Otro aspecto es el fiscal para el cobro de impuestos, el policial y el sanitario, puesto que ayudaba a aislar a la ciudad en momentos de epidemia.
Este rastrillo es coetáneo a la construcción del torreón, fechada en 1214, mientras que los muy pocos rastrillos que se conservan en el mundo son o bien del siglo XIV o bien reconstrucciones contemporáneas y están realizados con listones de madera de madera de hierro a modo de reja. Precisamente en este caso el hecho de que este rastrillo esté compuesto por pesados tablones de madera y de que se haya conservado a lo largo de los siglos convierte en más insólito aún el hallazgo .
Asimismo, esta restauración ha permitido reconstruir su mecanismo de izado en el cuerpo superior del guardia del torreón, lo que ofrece aún un atractivo mayor a la visita.
Termianda esta fase de la restauración ahora comenzará otra denominada 'restauración bata' que será realizada por la mano de especialistas . Estos trabajos consistirán en la restauración de bóvedas, analítica y restauración de inscripciones presentes en el conjunto de lápidas con epigrafía para el repincelado de letras y diseño del plan de visita pública, comunicación y difusión.
El proyecto de restauración dirigido por la Fundación Montemadrid ha recuperado la gran estancia superior y el sistema defensivo completo de esta torre-puerta. Los trabajos ejecutados hasta el momento se han realizado en la terraza superior (completado de cúspides de almenas, recrecido parcial de las faltantes, colocación de quitamiedos, reejecución de la parte perdida del adarve, colocación de luminarias, sustitución de piezas de solado deterioradas y reparación de poterna de salida,…); en la escalera de acceso a la azotea y en la sala de cuerpo de guardia (pasamanos, iluminación y señalización, restauración de peldaños, mallas de protección antiaves, descegado manual de arcos, etc); y en el rastrillo (análisis, reparación, estudio y consolidación).
Asimismo, esta intervención ha permitido redescubrir la buhedera practicada en una de las bóvedas y los orificios practicados en las dos bóvedas que probablemente sirvieran para disponer contrapesos que aligeraran las maniobras del rastrillo.
El puente de Alcántara de Toledo es uno de los más importantes elementos del complejo y variado sistema de fortificación de la ciudad. Su origen se remonta a época romana , si bien la primera noticia en crónicas históricas data del año 788. No obstante, el puente actual se debe a una reconstrucción en época de Alfonso X acometida tras los estragos que un gran diluvio provocó en 1259.
El torreón occidental, cuya construcción las referencias históricas sitúan en 1214, es un auténtico «hito» visual en la ciudad de Toledo. Se trata de una torre-puerta exteriormente ejecutada con fábrica de sillería granítica, con una altura sobre su nivel de arranque en la ribera que supera en algunos puntos los 30 metros .
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