Toledo

El pequeño comercio de Toledo reabre con cita previa y poco entusiasmo

Tras 50 días de confinamiento, este lunes han abierto con mucha incertidumbre algunos comercios, aunque las peluquerías han sido las protagonistas

Fran reabrió ayer su peluquería, emplazada en la calle Martín Gamero de Toledo F. Ramírez
Francisca Ramírez

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Después de más de 50 días de confinamiento de la población contra la pandemia, Toledo ha comenzado este lunes la desescalada con la apertura de algunos de los comercios, entre la incertidumbre y el pesimismo, porque serán muchos los que no podrán volver a levantar la persiana por las restricciones impuestas por el Gobierno central y que les ha llevado a cuestionarse su viabilidad económica. Para conocer esta realidad ABC ha hablado con algunos de los protagonistas.

Pasadas las doce del mediodía de este lunes, en la «Peluquería de Fran», su propietario no paraba de atender el teléfono , junto a una de sus empleadas. Se muestra tranquilo y expectante ante esta nueva normalidad y dice que durante el confinamiento no ha cogido llamadas ni reservas. «Así que vamos a ver qué ocurre a partir de ahora», confiesa.

Fran, que tiene su negocio en la céntrica calle de Martín Gamero, es uno de los empresarios que ayer reabrió para atender a su numerosa clientela, que le es fiel desde hace muchos años. A esa hora ya habían pasado algunas personas y recibía a otras que, con cita previa, accedían a su establecimiento.

Siguiendo el recorrido por esta misma calle, pocos negocios decidieron reabrir. Permanecen abiertos desde que se inició el confinamiento la frutería y la pescadería Félix Arroyo, uno de los negocios más veteranos de la calle Tornerías, al igual que la pequeña tienda de frutos secos, que estos días vende más comida para animales que sus tradicionales chucherías.

En el local de Ferretería Álvarez se muestran más cautos y pesimistas sobre la desescalada F. Ramírez

«No sabemos que va a ocurrir. Usted es la primera persona que entra en mi ferretería en lo que va de mañana (es cerca de la una). Con eso le digo todo», confiesa el propietario de la «Ferretería Álvarez» , ubicado en la calle Cordonerías y que estuvo durante 26 años en la calle Ancha. «Hay mucha incertidumbre . Usted cree que una persona me va a llamar para pedirme una bombilla por teléfono. Eso no puede ser», afirma el propietario con poco optimismo.

En esta calle, en el número 16, tiene su peluquería «Marco Santos Estilistas» , que recibió a ABC con una sonrisa. Confiesa que su jornada comenzó «muy bien». A media mañana ya había atendido a seis personas . La primera, una señora mayor con la que estuvo hablando sobre la actualidad.

Marcos Santos repasa la lista de clientes que han pedido cita previa para su peluquería F. R.

Tanto Marco como los demás comerciantes entrevistados insisten en que han tenido que adaptar sus establecimientos a la nueva normativa sanitaria: geles, guantes, desinfección y mascarillas, repite el peluquero, que se despide porque está a punto de llegar una nueva clienta.

En la ferretería de la calle de la Plata se atiende al cliente con cita previa F. R.

Ubicada frente a la Subdelegación del Gobierno se encuentra «La Ferretería de La Plata» , que mantiene la puerta cerrada. Para acceder —explica el dependiente—, hay que pedir cita previa . Además, la atención será individualizada. «Son tiempos difíciles y aunque hay poco optimismo, tenemos que seguir trabajando», contesta mientras revisa una cerradura.

Unos metros más adelante se encuentra la charcutería «Encina de Ortega» , que regenta desde hace 12 años, José María. Ayer poca clientela en su local. «La mañana está muy tranquila y las ventas han caído un 70%» , calcula. «No hay nadie viviendo en el casco histórico y la gente que vive en otros barrios no ha podido desplazarse. Antes venían funcionarios y otros trabajadores que ahora están teletrabajando. El barrio viejo está muerto», sentencia, para seguir cortando el jamón que luego repartirá a domicilio. «La gente mayor me está salvando el negocio», explica.

José María, en plena faena en su local «La Encina de Ortega», ubicado en la calle de La Plata F. R.

Finalmente, en el Mercado del Rojas, Manolo no deja de hablar con sus clientes en el local de carne y de venta de pollos que posee desde hace muchos años. Este comerciante reconoce que es una persona optimista y para este tiempo tan difícil pide que todos «seamos solidarios con las personas que lo están pasando mal», reclama.

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