Toledo: La más felice tierra de la España sin calle o con ella
«No me he subido a ninguna palma, prefiero el almez»
Nací en Santo Tomé, fui bautizado a la sombra del Greco, tuve el honor de ser pregonero del Corpus, de escribir 'Adiós, Toledo' y mis muertos están enterrados en tierra toledana . Distingo a una alhaja de una joya falsa, soy cabalito, digo 'pachasco', viajé en los 'catangas' y he pasado más de una noche toledana. Y no, no me he subido a ninguna palma, prefiero el almez.
Toledo en mi corazón,
y en mi soledad tus ojos.
¿Memoria de qué, mi amor?
¿Memoria de qué batalla,
ganada en qué dura almena,
levantada en qué mañana?
Madrugador el castillo,
dormido el río en la vega,
y tú soñando conmigo.
Para decirte, mi amor,
dónde empiezan mis caminos,
a Toledo he de volver
con tus ojos por testigo.
Llevo el nombre de Toledo damasquinado en mi corazón , he templado mi juventud en el Tajo, me ha cobijado la sombra que camina bajo los toldos, he medido la calle Ancha y cuadriculado Zocodover, conozco donde está el callejón de la Soledad, el de Bodegones y la calle de la Campana.
La blanca Nise no tomó a destajo
delos passados casos la memoria,
i en la labor de su sutil trabajo
no quiso entretexer antigua historia;
antes mostrando de su claro Tajo
en su labor la celebrada gloria,
o figuró en la parte donde’l baña
la más felice tierra de la España.
Mis abuelos rezaron delante de la Virgen de Sagrario, mi madre se casó en Santo Tomé, cerca del Paseo del Tránsito asesinaron, en 1936, a mi abuelo materno y a mi tío , mi padre nos hacía madrugar para ir al rosario de la aurora, donde con voz de madrugada, cantaba las avemarías.
La Virgen del Sagrario
tiene en el hombro
una salamanquesa
de plata y oro.
He viajado por la Toledo romana, visigoda, árabe, judía, mudéjar, gótica y plateresca , admirado un Alcázar donde vivió Carlos V y donde Juanelo Turriano fabricó su artificio, y también he caminado con su Hombre de Palo. Toledo catedral primada, he subido las angostas escaleras para ver a los siete sastres y al zapatero que caben en la campana gorda, he sentido el susto de la Tarasca y el escalofrío de la custodia de Arfe , me he estremecido con la leyenda del Cristo de la Vega y con el baño de la Cava, «…por quien dejó un rey culpable / amor, fama, reino y vida / en manos de musulmanes». Y todavía repica en mi memoria el sonido de la campana de la ermita del Valle, esperanza de jóvenes casamenteras.
Aunque pequeña me ves
soy muy grande como ermita
pues la reina que me habita
tiene Toledo a sus pies.
Toledo libro abierto, convivencia de tres culturas , nómina ilustre: El Arcipreste de Hita, Alfonso X El Sabio, Garcilaso de la Vega, Cervantes, El Greco, Bécquer, Pérez Galdós, Urabayen, Marañón.
En Toledo la buena essa villa real
Que iaçe sobre Taio, essa agua cabdal,
Ovo un arzobispo coronado leal
Que fue de la Gloriosa amigo natural.
Diçienli Yldefonsso, dizlo la escriptura,
Pastor que a su grei daba buena pastura:
Omne de sancta vida que trasco grant cordura:
Que nos mucho digamos so fecho lo mestura...
Los martes en Toledo van en mayúscula , el oro siempre de 14 quilates, el aire damasquinado, el mazapán sabe siempre a fiesta, a infancia y a Navidad, las perdices de la Venta de Aires a tradición, las Carcamusas del Bar Ludeña a leyenda urbana , y los albaricoques de hueso dulce a simiente de amor.
Mis albarcoques sean de Toledo,
Cultíssimo Doctor; lo damasquino
A vn alfange se quede sarracino,
Que en albarcoques aún le tengo miedo...
Toledo, ciudad imperial, alfange de mazapán, siete colinas, «crisol de la raza ibera», celosía donde la luz damasquina a la sombra , ciudad comunera, laberinto de razas y creencias, «Topografía, arte, mito y mística. Originalidad y densidad histórica. Venero inagotable, mina eterna, Toledo, como inmortal materia literaria».
Los poemas son de: José García Nieto, Garcilaso de la Vega, canción popular, décima a la entrada de la ermita del Valle, Gonzalo de Berceo y Góngora. Tomados del artículo de Jesús Cobo.
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