Toledo
Indignación entre los visitantes del Museo del Greco por la reducción horaria
Uno de los centros de arte más importantes de Toledo ha anunciado que abre solo dos horas por falta de personal. Turistas y vecinos reclaman una solución «urgente»
A las puertas del Museo del Greco , Kurt y Uschi murmuran bajo la lluvia algo que para los viandantes que pasean por el Paseo del Tránsito es difícil de entender. Ellos, una pareja alemana de mediana edad, no entienden por qué este espacio que expone lo mejor del legado del pintor cretense, Doménikos Theotokópoulos —más conocido como El Greco— , no se puede visitar. «I don´t know what happens», responden con una mirada de desconfianza hacia la reportera que quiere conocer sus opiniones.
Estos turistas, al igual que muchos de los que han llegado esta semana hasta Toledo para recorrer los diferentes espacios museísticos de la ciudad, se han encontrado con que el Museo del Greco está cerrado y con un cartel que reza: El museo estará abierto temporalmente en horario reducido desde las 16.00 a las 18.00 horas , como única respuesta.
Este domingo, con una mañana de lluvia y con bajas temperaturas, muchos visitantes llegaron hasta las puertas de este museo y lo encontraron cerrado. Indignación, impotencia y sorpresa son algunos de los sentimientos expresados por los turistas y comerciantes de la zona. El joven peruano Renzo, 23 años, se ha mostrado sorprendido por encontrarlo cerrado. Ha contado a ABC que es su primer viaje a España y que su deseo era recorrer los jardines y la casa donde se supone que vivió el artista griego. Se quejó, al igual que su madre y hermana, de que los responsables de su gestión podrían haber anunciado a través de la página web que estaba cerrado «y evitar que nos quedemos con cara de tontos», manifestó Renzo.
Gobierno en funciones
Por su parte, su madre Patricia, de 40 años, se ha mostrado más indignada. «¡Esto es increíble! He venido tres veces a España y siempre he encontrado este lugar cerrado. No lo comprendo. Hemos subido hasta aquí para nada. No lo podré ver nunca porque me vuelvo mañana a Perú», se ha lamentado, mientras cogía de la mano a su hija para seguir recorriendo la judería.
La reducción de horario de este emblemático museo se conocía esta semana y se ha convertido en una de las conversaciones más comunes entre turistas y toledanos. ¿Pero qué hay detrás de este cierre temporal? Según el director Juan Antonio García Castro, esta situación se debe, principalmente, a que no se pueden adoptar medidas «con un gobierno en funciones». Sin embargo, ha augurado que se esto se va a solucionar con el nuevo gobierno.
Para el director del espacio artístico, «es necesario y urgente aumentar la plantilla de trabajadores con cargo a la próxima Oferta de Empleo Público y hacer una reorganización del personal y de las jornadas laborales».
Además, ha explicado que las jubilaciones y movilidades del personal ha provocado que no cuenten con trabajadores suficientes. La precaria situación se ha agravado porque muchos de los vigilantes —que prestan sus servicios tanto en el Greco como en el Sefardí— han decidido dejarlo, «aduciendo que sus puestos de trabajo están adscritos únicamente al Sefardí», ha señalado García Castro.
Sin embargo, los viajeros que llegaron ayer a Toledo rechazan el cierre parcial del centro. Este es el caso de Sara y Miguel, una pareja de Huelva que se vieron sorprendidos por esta eventualidad y que, en este primer viaje a la ciudad, no tenían previsto irse sin contemplar las obras del cretense. «No teníamos ni idea que estaba cerrado. Pero lo más surrealista es que en la oficina de turismo no nos informaron», se ha quejado la joven.
Su novio, ha aprovechado su enfado para prometerle que volverán y que esperan poder recorrer este espacio, al que no ha dudado en considerar como «uno de los monumentos que no hay que perderse de Toledo».
También María y Elvira, estudiantes chilenas que están cursando Bellas Artes en París, criticaron directamente la «mala gestión» que se hace de un monumento con esta categoría. «Esto no pasaría en Francia y, mucho menos, que se cierre un lugar que alberga el legado de un artista que ha influido en tantos pintores contemporáneos», ha recordado María, que está prepara un trabajo sobre El Greco.
«Un cachondeo»
El cierre de este espacio también ha tenido efectos colaterales. Un comerciante de la zona, Manuel (nombre ficticio) ha denunciado que el cierre es «un cachondeo» porque esta situación no es de ahora, sino que «pasa cada dos por tres». A su juicio, «esto ocurre desde que se abrió hace 10 años». Por eso, ha insistido en que esta situacion se solucionaría si las personas que trabajan en la casa-museo del Greco tuvieran que vivir de las entradas. «No se cerraría ni cinco minutos. Con esto digo todo», ha sentenciado, para asegurar que esta sería la única forma de evitarlo. «Si no, que se lo entreguen a los curas, ellos sí que le sacarían provecho y lo sabrían gestionar», ha aconsejado.
A la pregunta ¿les ha afectado a los locales de la zona el cierre? El primero en responder es César, que también prefirió no dar su nombre porque ha argumentado que «nos conocemos todos en el barrio». «Ya puede ver cómo está la calle. Es una pena. Esto ha estado así desde siempre, gobierne el partido que gobierne. Desde hace años no ha tenido personal suficiente. Cuando se dan de baja cuatro o cinco, no contratan a nadie. Y yo me pregunto: ¿Cómo es posible que esto ocurra con tanto paro que hay en España?», se ha cuestionado el hostelero.
Por eso, César ha afirmado con rotundidad que el Ministerio de Cultura conoce el problema. «Lo que tenemos que hacer los ciudadanos es preguntar al ministro de Cultura si sabe que en Toledo hay un museo que se llama del Greco . Si pasan de todo. Esto es pura dejadez y nos están dejando en la ruina», ha manifestado.
Finalmente, otra de las propietarias, que regenta una pequeña tienda en el barrio desde hace años, ha señalado que se enteró del nuevo cierre porque muchos turistas se acercaron hasta su establecimiento para preguntar por este cierre. Comparte la misma opinión que muchos de los empresarios entrevistados. «Este museo siempre cierra por algo. Que hay una manifestación, ellos son los primeros en solidarizarse y se apuntan al carro. En vez de ir a las protestas, ¿qué hacen? Pues se instalan frente al edificio a fumar y bajan el cierre», ha indicado.
La solución, a pesar del malestar que está provocando entre visitantes y toledanos, pasa por que se busquen medidas urgentes a este problema. No entienden que un espacio , emplazado en plena judería de Toledo, permanezca cerrado por más tiempo .
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