Toledo
Felipe VI inaugura en Toledo la exposición «Alfonso X: el legado de un Rey precursor»
La muestra, compuesta por 180 piezas, permanecerá abierta de manera gratuita al público hasta el 19 de junio
El Rey Felipe VI ha sido el encargado de inaugurar este lunes en el Museo Santa Cruz la exposición «Alfonso X. El legado de un Rey precursor» , que reúne 180 piezas arqueológicas, documentos, códices, pinturas y maquetas. Se trata de un completo recorrido por la vida y el legado de este monarca, nacido en Toledo en 1221, de quien el pasado noviembre se conmemoró el VIII centenario.
Durante algo más de una hora Felipe VI, ha recorrido el Museo de Santa Cruz, que esta exposición temporal. El Rey ha estado acompañado -entre otros- del ministro de Cultura, Miquel Iceta; el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón; el presidente de la Diputación, Álvaro Gutiérrez; la consejera de Cultura, Rosa Ana Rodríguez; el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca; el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro; o el rector de la UCLM, Julián Garde.
Dividida en cinco secciones, la muestra del Rey sabio -que se podrá visitar de forma gratuita hasta el 19 de junio- hace un recorrido por la vida, el legado y por los acontecimientos que marcaron la historia de España desde el siglo XIII . En la sala Toisón se ha instalado una escultura de Alfonso X, junto a los escudos de todos los países con lo que tuvo relación este monarca.
La exposición, según ha explicado el comisario Ricardo Izquierdo Benito, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Castilla-La Mancha, comienza con «Alfonso, infante (1221-1252)» , que recoge los primeros años del futuro rey. En este apartado se pueden contemplar piezas que fueron descubiertas durante la restauración del edificio Santa Fé. En este período Alfonso X colaboró con su padre en la conquista de Murcia, territorio al que quedaría vinculado. En estos años también se puede ver el interés del monarca por los textos antiguos escritos en árabe y mandó traducir algunos como el Lapidario.
En la segunda sección «El rey gobernante (1252-1284): un reinado de luces y sombras» , repasa la segunda mitad de su vida desde diferentes perspectivas, como la representación simbólica del monarca, la economía, la obra legislativa y las relaciones con la iglesia, que según ha afirmado el comisario de la exposición «fueron muy tensas por el gran poder que tenían y con lo que el nuevo rey quiso acabar». Alfonso X accedió al trono en 1552, cuado ya tenía 32 años.
La tercera sección que lleva por título «El rey sabio: el scriptorium alfonsí» , recoge el interés del monarca por la ciencia, el ajedrez y la devoción por la Virgen, sin olvidar el contexto en el que florecieron las primeras universidades y la arquitectura gótica que renovó la semblanza de catedrales como la de Toledo.
La cuarta sección es «El final del reinado» que presenta la convulsa relación del rey con el infante don Sancho, quien a la postre sería su sucesor. Alfonso X no conseguiría poner en práctica todas sus innovadoras medidas, orientadas a controlar a todos los sectores privilegiados, la nobleza y la historia. La muerte en 1275 del heredero, el infante don Fernando de la Cerda, acabo provocando una intensa crisis sucesora, tanto personal como política, que marcaron los últimos años de su reinado, al tenerse que enfrentar a su hijo, el futuro Sancho IV.
Finalmente, en la quinta sección «La visión del rey desde la posteridad» recoge tanto la visión de los historiadores como la de los artistas que contribuyeron a configurar el imaginario colectivo en torno al monarca.
Las obras más importantes
Entre las obras más importantes que acoge la exposición del Museo Santa Cruz de Toledo están el Libro del saber de astrología, de la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la Universidad Complutense de Madrid o uno de los cuatro volúmenes originales de las Cantigas de Santa María, el denominado «Códice de Toledo», que se conserva en la Biblioteca Nacional.
También han cedido piezas el Archivo Histórico Nacional, el Arquivo Nacional de Torre do Tombo de Lisboa o la catedral de Toledo, a la que pertenecen la casulla del arzobispo don Sancho y la ‘Corona de los camafeos’. En total, hay alrededor de medio centenar de instituciones y coleccionistas que ha colaborado.
Otra de las joyas que se exponen es un valioso conjunto de tablas mudéjares con numerosas escenas pictóricas que se encontraron hace cuatro años en unas obras de una vivienda de Pozo Amargo y que debieron pertenecer a alguna persona ilustrada en los siglos XIII o XIV. Estas tablas, según ha explicado el comisario de la exposición, en su origen decoraron un palacio, pero después se reciclaron como elemento constructivo, bajo la cubierta de un tejado, hasta que se descubrieron siglos después.
Asimismo, la exposición ha conllevado la restauración de varias piezas, entre ellas dos pinturas del Museo del Prado procedentes del Ministerio de Justicia y el Museo de Bellas Artes de Tenerife. Esta última, obra del pintor Dióscoro Puebla, representa al rey acompañado de sus colaboradores científicos en el interior de la sinagoga de Santa María la Blanca. También han sido recuperadas una escultura en escayola del siglo XIX del toledano Eugenio Duque y un valioso conjunto de tablas medievales con escenas pictóricas procedentes de la calle Pozo Amargo.