HISTORIAS DE LA COVID-19
Las tablas de salvación de José y Almudena, dueños de un bar en Toledo: «Si no, el ahogo sería muy grande»
El matrimonio está agradecido a su comercializadora eléctrica, a su banco, a su casero y al Gobierno de España
Coronavirus, última hora
José Malpica es autónomo y dueño de un bar abierto hace cinco años en Toledo, en la avenida de América. Él y su mujer, Almudena, llevan un lustro sacando adelante un negocio con seis mesas en el interior y otra media docena en la terraza. Pero mantienen el bar cerrado porque abrir a partir de hoy en las condiciones actuales les supondría unos 4.000 euros de pérdidas al mes.
Sin embargo, José y Almudena respiran gracias a las ayudas inesperadas que están recibiendo durante el estado de alarma. «Si no fuera por ellas —afirma él—, el ahogo sería muy grande». Se refiere a su comercializadora eléctrica, al banco donde tiene una hipoteca, a su casero y también al Gobierno de España.
Por partes. Pagaban unos 600 euros al mes por la luz de su local hasta que se declaró el estado de alarma. Para sobrellevar mejor la crisis económica por la pandemia, su comercializadora eléctrica, Fox Energía, les ofreció dos alternativas. Una era cortar el suministro y volverlo a enganchar sin ningún coste cuando retomara la actividad. La otra opción, dejar de pagar el recibo hasta octubre y, lo que consumiese hasta entonces, prorratearlo después. José ha escogido esta solución, que se suma al «detalle» que Naturgy, la comercializadora eléctrica para su vivienda, también ha tenido: ha permitido a la pareja repartir proporcionalmente el pago de la luz en varias cantidades.
Tampoco les asfixiará de momento la hipoteca suscrita con Kutxabank, unos 800 euros mensuales. El banco con sede en Bilbao le ha aprobado acogerse a una moratoria de tres meses por el cierre del negocio. Durante este tiempo (abril, mayo y junio), no pagarán el préstamo y podrían alargarlo otros tres meses más si no tuvieran suficientes ingresos. En cualquiera de los casos, las cuotas serán cobradas en el último periodo de vigencia de la hipoteca.
Otra tabla de salvación es el casero de su local, que les ha tranquilizado con este mensaje: «No os preocupéis; vamos a flexibilizar el pago y lo prorrateamos». «Ha sido un gran gesto, porque él tiene también sus gastos», afirma el dueño del bar.
Y, por último, el Gobierno de España: José y Almudena han recibido 1.020 euros cada uno por ser autónomos, además de no pagar las cuotas de abril y mayo, y a la espera de la devolución del recibo de marzo. Con todo, el matrimonio aguarda con ilusión la llegada de tiempos mejores para reflotar su bar.