«Sufro los ultrajes a la bandera como cualquier español con sentido común»
Entrevista con el teniente general César Muro Benayas, premio Gran Capitán: «Mis hermanos dicen que con 5 años ya mandaba más que un capitán general»
El «Camino Español», también llamado el Camino de los Tercios Españoles, fue una especie de pasillo de seguridad creado durante el reinado de Felipe II, hace 450 años, para hacer llegar dinero, suministros y tropas españolas a Flandes. Y precisamente en Empel (Holanda) hallamos al teniente general César Muro Benayas, que acaba de ser distinguido con el premio Gran Capitán (el más importante que concede la Infantería española).
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El galardonado cuenta a ABC que esta ciudad holandesa es conocida por el llamado «milagro de Empel», que tuvo lugar los días 6,7 y 8 de diciembre de 1585 durante la Guerra de los Ochenta Años, en la que un Tercio del ejército español se enfrentó y derrotó en condiciones muy adversas a una flota de diez navíos de los rebeldes de los Estados Generales de los Países Bajos.
¿Cuál es el motivo de su viaje allí?
Pues precisamente estoy por algo relacionado con la Academia de Infantería. Aquí en Empel está la capilla donde surgió el milagro de la Inmaculada. Se considera que la victoria del ejército español en aquella batalla fue gracias a la intercesión de la Inmaculada Concepción, y por ello fue proclamada patrona de los Tercios españoles, actual Infantería española, y es fiesta nacional en España el día 8 de diciembre. Y venimos todos los años aquí a conmemorarlo. Yo presido la Asociación de Amigos del Camino Español de los Tercios, que somos 900 personas; es civil, sin ánimo de lucro, y mantenemos la tradición del camino español, de los Tercios. Y con esta parroquia de aquí tenemos una vinculación muy estrecha, hay una colonia católica que arranca de aquella época. Siempre venimos aquí el fin de semana anterior a la Inmaculada, y luego ellos van a España a celebrarlo con nosotros. Estarán en Toledo el día 8 de diciembre. Vamos a la ermita, ponemos una corona de flores, cantamos el Himno de Infantería, cantamos la Salve Regina con ellos y luego en la parroquia hacemos una misa. Conmemoramos aquella unión que hubo entre los soldados de los tercios.
¿Qué significa recibir el Premio Gran Capitán en la Academia de Infantería de Toledo, que usted dirigió?
El que te den este premio es un reconocimiento tremendo, primero, porque es cada cinco años; en segundo lugar, porque es el único premio que no te dan los jefes sino los subordinados, que arranca desde abajo, y que sean tus subordinados y participen todos los miembros de la Infantería española, es un gran honor, una gran distinción.
Usted es de Talavera.
Soy nacido en Talavera. Mi familia viene de El Casar de Escalona, mis padres eran de allí. Vivimos una época en Talavera, donde todavía viven dos de mis hermanos míos, otro en El Casar y otro en Madrid, pero mantengo el vínculo toledano absoluto. Yo en Toledo tengo grandes amigos, estoy muy vinculado a la ciudad.
Entonces va a ser una doble emoción, recibir el premio, en Toledo, y en la Academia.
Exactamente. Primero como infante, luego como toledano, y con el recuerdo de haber sido director de la Academia, estaré rodeado de amigos, va a ser realmente emotivo.
¿De qué hablará en su discurso?
Aún no lo he preparado, pero obviamente hablaré de lo que era el Gran Capitán, un hombre que fue el creador de la Infantería. Nació al final de la Edad Media, participó en el sitio de Granada, luego fue el gran héroe de España que se hizo con el reino de Nápoles, fue un prohombre.
¿Se siente heredero en algo del Gran Capitán?
Todos los infantes somos herederos del Gran Capitán. Toda la Infantería española arranca del Gran Capitán. Un hombre innovador y muy avanzado a su tiempo, una persona original, un promotor.
¿Por qué cree que se merece el premio, qué valores tiene para recibir este galardón?
Seguramente todo lo que me han enseñado todos los infantes, los grandes profesores que he tenido, y mi gran mérito a lo mejor es haber sido un buen alumno.
¿Cuándo surgió su vocación militar, era usted muy joven?
Mis hermanos dicen que con cinco años ya mandaba más que un capitán general, o sea, que es algo innato a mí.
Tenía entonces dotes de mando.
Dotes de mando, claro, y me gustaba lo que era la guerra, la lucha, los muñequitos de goma.
Imagino que también la Historia.
Por supuesto, yo soy un amante de la Historia, me encanta.
¿De qué salud goza ahora el Ejército español?
El Ejército español es mi familia, lo veo fenomenal, como siempre lo he visto, un ejército que desde que lo conozco ha ido mejorando, mejorando...Le aseguro que está formado por unos profesionales inmensos, y no hablo solo de oficiales sino de los suboficiales y de la tropa, los soldados. Yo, desde aquellos jefes que tuve, los que han venido detrás han venido mejorando y para mí es un orgullo pertenecer a este grupo, que no nos consideramos ni más selectos ni nada, sino alguien que se preocupa por algo y tiene una gran preparación en lo que hace.
¿Cómo vive los últimos acontecimientos de la actualidad española, el desafío secesionista en Cataluña, o los actos contra la bandera?
Yo lo siento como cualquier español con sentido común. No soy indiferente ante ultrajes a la bandera, o problemas de independencia. Me preocupa, lo sufro como cualquier buen español y espero que con el tiempo se entre en una lógica. Precisamente hoy, que hemos estado en Amsterdam viendo el museo de la guerra civil que tuvieron aquí durante 80 años, te das cuenta de lo que es una guerra civil y cómo se desmembró una nación en dos. Ahora lo vemos como normal, pero antes Holanda y Belgica estaban unidas. Esa historia del desmembramiento, de la fractura de una nación única, aunque haga 450 años, es muy triste. He vivido eso, he vivido Bosnia, y todos sabemos de nuestra Guerra Civil. Cualquier cosa que dé lugar a independencias, a confrontaciones, obviamente como cualquier español que tenga dos dedos de frente, nos preocupa, sufrimos, lógicamente.