«San Juan de la Cruz empezó a escribir el Cántico en Toledo; cantarlo en la catedral será especial»
Entrevista con Amancio Prada, compositor y cantautor
Este viernes, 3 de noviembre, ofrecerá al público toledano el «Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz» en la catedral de Toledo», obra que sonará por primera vez en el templo primado.
¿Tiene este hecho para usted un significado especial?
-He tenido el gusto de cantar el Cántico en muchos espacios sagrados, desde pequeñas iglesias románicas hasta catedrales tan magníficas como ahora la de Toledo. Son espacios llenos de arte y recogimiento, se percibe en el aire la polifonía de tantos anhelos, cantos y oraciones, y eso es algo que impone y estimula al mismo tiempo.
Pero, además, cantar el Cántico en Toledo tiene un significado especial, porque fue en esta ciudad donde San Juan empezó a escribir el Cántico, en circunstancias muy penosas, por cierto. Como usted sabe, Juan de la Cruz fue apresado en Ávila por unos frailes calzados que se oponían a la reforma de los descalzos, una noche de diciembre de 1577, junto al convento de la Encarnación. De allí lo trajeron a Toledo con los ojos vendados, y aquí pasó nueve meses encarcelado en unas condiciones de postración física y mental difíciles de imaginar hoy día. Hasta que «en una noche oscura, por la secreta escala disfrazada» consiguió escapar de aquel calvario. El convento ya no existe, pero fue en la postración de aquella mínima celda donde nació la poesía máxima del Cántico. «Todo se me dio -dirá él-cuando con amor propio no lo busqué».
Y ofrece este concierto en favor del Proyecto Hombre, que ha abierto un centro en Toledo. Su director, Modesto Salgado, ha dicho que es preocupante el número de adolescentes que consumen hachís, cada vez más. ¿Qué opina de esta realidad?, ¿cree que la música sería una buena terapia?
Esa realidad es preocupante. Por eso Proyecto Hombre es necesario y se merece todo nuestro apoyo. En cuanto a la música, uno quiere pensar, como Cervantes, que «donde hay música no puede haber cosa mala». Hace años compuse una canción sobre el texto que dicen en grupo cada mañana los que siguen la terapia de Proyecto Hombre. Recuerdo que empieza «Estamos aquí, porque no hay ningún refugio donde escondernos de nosotros mismos…». En realidad, más que una canción, pensaba en un recitativo coral que fuera fácil de entonar entre todos. No sé si lo conseguí. En todo caso, es mi homenaje a la callada labor de todos los que hacen Proyecto Hombre y a la memoria de su fundador Mario Picchi, «un gigante de la caridad».
En la parte instrumental del concierto, ¿quién le acompaña?
Me acompañarán Juan Luis Gallego al violín y Rafael Domínguez, al violonchelo. Y vamos a tener el gusto de tocar y cantar con el Coro Filarmónico Vaticano, que sabiamente dirige Monseñor Pablo Colino.
Este año se cumplen 40 años del estreno del Cántico. Imagino que, a lo largo de estas décadas, habrá ido enriqueciendo la obra, en especial de forma instrumental, además de con su voz. ¿Continúa vigente el Cántico hoy en día, tiempo en que todo parece haberse vulgarizado y se ha perdido la esencia de tantas cosas?, ¿Cree que el Cántico que usted interpreta está limitado al público «culto»?
La primera vez que canté el Cántico lo hice con mi guitarra y un violonchelo, hace muchos años, en abril de 1973, en un teatro de París, para un programa de Radio France. Desde entonces, ha ido adoptando distintos formatos instrumentales, cuarteto de cuerda, con trío de piano, violín y chelo… hasta la versión coral y sinfónica que estrenamos en el Teatro Monumental de Madrid con el Coro y la Orquesta de RTVE. En Toledo lo haré, como le decía, con la misma formación instrumental del estreno en Segovia, hace cuarenta años, con guitarra, violín y chelo. El Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz, como toda obra de arte, tiene vigencia siempre. La poesía es semilla antes que fruto y renace en cada lectura, en cada interpretación. Nadie se baña dos veces en la misma canción. Mi interpretación es una lectura más. Lo que yo hago no es otra cosa que escuchar las voces, la música callada, y entonces, cuando suena, la música que aparece se parece a un regalo, una forma de consuelo que traiga algo de alegría a la conversación del mundo. Yo creo que el Cántico no es una poesía limitada a un público «culto», sino popular, en el noble sentido de la palabra. O sea, no es una obra para cultos, sino que nos hace cultos.
En otras ocasiones le han acompañado voces infantiles, como la Escolanía de Segovia…
A lo largo de tantos años, he cantado el Cántico con numerosas escolanías, la del Monasterio de Lluc, por ejemplo, la del Misteri de Elche, la de Los Palacios… Con la Escolanía de Segovia lo he cantado dos o tres veces en la iglesia románica de San Juan de los Caballeros, donde lo estrené, también en el Teatro de La Abadía y en la iglesia de «Los Jerónimos» de Madrid, donde grabamos el disco «Concierto de amor vivo». El otro día en la catedral de Santiago lo hice acompañado por ochenta voces blancas, dos escolanías, la de la catedral de Santiago y los «Niños Cantores de la Orquesta Sinfónica de Galicia». Y qué bien cantaron.
¿Cree que la poesía de San Juan de la Cruz es lo más parecido al lenguaje del amor?
El Cántico es puro amor, entiéndase a lo divino o a lo humano. Tendría que citar otra vez al santo. En el prólogo de sus Comentarios al Cántico decía que «los dichos de amor es mejor dejarlos en su anchura, para que cada uno de ellos se aproveche según su modo y caudal de espíritu…». Pues eso.
Aparte de la suya. ¿En la voz de qué otros artistas considera que el mensaje de San Juan de la Cruz está bien expresado?
Quizás sea el Cántico una de las obras que más ha inspirado la de otros poetas y artistas, pintores, dramaturgos, cineastas… Por ceñirnos al campo musical, la «Música callada» de Federico Mompou, por ejemplo, y Enrique Morente cantando «Aunque es de noche» o «Super flumina Babylonis»… Son una maravilla.
Dice que la interpretación del Cántico es lo que más alegrías le da porque siempre descubre algo nuevo que le emociona. ¿Es San Juan de la Cruz el poeta con el que más se identifica quizá?, ¿qué aspectos de su obra impactan de una forma especial en su creación artística?
Juan de la Cruz, Jorge Manrique, Rosalía de Castro, Agustín García Calvo, García Lorca, Cunqueiro, Mestre … y tantos otros poetas que canto para mí son vitales, aunque no todos sean tan conocidos. Me identifico con todo lo que canto, quiero decir, con la poesía que canto. Canto lo que me enamora. Y San Juan de la Cruz es el poeta del amor.
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