A mis queridos concejales

En apenas unos días han fallecido Pedro Añó y Julio Herrera, concejales del Ayuntamiento de Toledo, con los que compartí tareas municipales en las áreas de Sanidad y Cultura. Confieso que estoy impresionado, pues Pedro y Julio eran personas muy cercanas con las que compartí muchas vivencias. Pedro era un hombre tranquilo, meticuloso y formal. Julio era la personificación del hombre todo terreno, trabajador, inteligente y muy honrado; ambos con un espíritu abierto al diálogo y muy leales. Cuando escribo estas líneas no puedo evitar recordar a aquellos otros concejales con los que trabajé en mis distintas etapas de alcalde y con los que mantuve una excelente relación y que nos han dejado: Fernando Sanz, Ángel Rosa, Rufino Miranda, Teresa Alba, Luis Béjar, Antonio Sánchez Martín-Macho y Mª Carmen Lucha , mujeres y hombres que trabajaron con absoluta dedicación y honradez por mejorar la calidad de vida de los toledanos. Estos tienen que saber, sobre todo las nuevas generaciones, que hubo, y hay, muchas personas que sacrificaron sus vidas familiares y profesionales para que esta ciudad prosperara a cambio de la satisfacción personal del deber cumplido. Que sepan algunos que hubo una gente en esta ciudad que lo dio todo por los demás sin contraprestaciones económicas, bueno sí cobraban 25.000 pts/mes como concejales, y a los que ni hubo, ni hay que darles lecciones de trabajo y honradez.

Rindo mi admiración y respeto a todos mis compañeros que hoy ya no están con nosotros pero que dejaron en mí una profunda huella de cariño y afecto.