Se presenta 'Llegada de uno mismo', de Santiago Galán Álvarez

La poeta María Antonia Ricas dice que el libro es «un salto formidable, un riesgo de altitud literaria»

Alfonso González-Calero, Santiago Galán y María Antonia Ricas, en la presentación del libro

ABC

Este jueves, 26 de mayo, se ha presentado en el Castillo de San Servando, en Toledo, el nuevo poemario del ingeniero toledano, residente en Berlín, Santiago Galán Álvarez . La presentación de 'Llegada de uno mismo' (Almud ediciones de Castilla-La Mancha) ha corrido a cargo de la poeta y escritora María Antonia Ricas . A continuación, reproducimos la intervención de Ricas:

«Celebramos un libro. Presentarlo siempre es júbilo por la potencia creadora, por la palabra que inventa, y por la persona que lo ha escrito, que lo trae al festejo, en este caso Santiago Galán, exponiéndose a las miradas, a la expectación, pero también dejando ir el tiempo que lo contuvo cuando lo escribía. Presentar un libro de poesía, por otro lado, hablar de la impresión como lectora, pasar a discurso lógico, digamos, la intensidad subjetiva que dicha lectura produce, conlleva su dificultad pues leer poesía , al menos en mi opinión, es adentrarse en la parte de la razón con motivos inexplicables, es dejar que el lenguaje empape ese lado donde sobran las definiciones . Las palabras de Borges son oportunas: Tengo una cita de San Agustín que creo que encaja a la perfección. San Agustín dijo: «¿Qué es el tiempo. Si no me preguntan qué es, lo sé. Si me preguntan qué es, no lo sé». Pienso lo mismo de la poesía.

Siempre sabemos por qué nos gusta un cuadro o nos gusta o un texto o nos gusta una panorámica; el aprieto reside en nombrarlo, en intentar comunicarlo; algo se pierde, entonces, de ese trance momentáneo de fuerza o de belleza que hemos sentido. Olvido García Valdés decía, en una amena y deliciosa velada poética, hace unas semanas, algo así como que no le interesaba comunicar cuando escribía poesía… Ese interés, o desinterés, refleja la perspicaz comprensión de lo que considera el hecho poético pues se trata de expresión, de necesidad y de nombrar las cosas por primera vez… y de abrirse, después, a la vibración lectora, ese especial estremecimiento, vuelve a decir Borges…

Portada del libro

Ya caminé, en su momento, con 'La lucidez del dromedario' , también editado, como este que nos ocupa, con el esmero de Alfonso González-Calero, en Almud , ediciones de Castilla-La Mancha…. Y bien, la corrección lingüística, el conocimiento de lo sustancial poético y la sensibilidad necesaria estructuraban óptimamente el libro.

Pero, ¡Ay!, 'Llegada de uno mismo' es un salto formidable, un riesgo de altitud literaria.

No hay fractura que rompa el hilo con 'La lucidez del dromedario', no hay una disrupción –uso el término intencionadamente, está de moda, lo uso antes de convertirse en demodé–, sino un fluir poético ascendente, ir aguas arriba, a la fuente, a lo cardinal.

En el desarrollo de sus poemas se aprecia un sentido afinado que busca lo esencial, hallar la raíz de la palabra, sugerir más que decir directamente, más que moverse en la simplicidad de un 'esto es lo que siento'. Al poeta no le interesa tampoco comunicar la experiencia que pudiese provocar el poema sino crear la experiencia del lenguaje, fundamento de lo que considero poesía, pues la circunstancia se origina a partir del lenguaje o, dicho de otra manera, la poesía no habita en eso que se cuenta sino en cómo se cuenta . Santiago ha conseguido, con la expresión reposada, cuidadosa, con una contención sabia y a la vez precisa –hasta sus silencios, sus omisiones de puntuación, por ejemplo, son significativos– la emoción de nombrar por primera vez , como decía antes y eso es, justo, lo que conmueve al leer poesía indudable como la suya.

Dice Corredor Matheos , uno de mis preferidos: El poeta, entonces, olvida todo lo que sabe en el plano consciente y se diría que recupera la inocencia primigenia . La poesía, en cierto sentido, es una lección de ignorancia… Claro, está, no se refiere a la ignorancia de la puerilidad, a la inocencia hueca del desconocimiento, sino a la mirada originaria y a la aparente sencillez para hacer presente lo que aguarda a ser inventado con el lenguaje. Así Santiago Galán en la 'Llegada de uno mismo', así su hallazgo.

Admiro su percepción afilada que sitúa todo lo que le rodea, el tiempo en el instante, la intimidad confesional con un toque de melancolía, lo perdido, la naturaleza, no hostil, aunque sí indecible, la extrañeza de no sucumbir a los estímulos constantes y ajenos, seguir vivo, sí, la extrañeza de vivir… como decía, sitúa todo ello en la refinada cualidad de un estilo elegante, sin caer en el yoísmo ñoño, sin acercarse ni un milímetro siquiera a esa poesía de plástico fino , ocurrente, fácil por casual, que confunde la claridad con la falta de recursos para alcanzar la aptitud del asombro.

Los poemas de 'Llegada de uno mismo' parten del detalle hacia la trascendencia y aunque el poeta dice: aspirar a lo único/ para ser amontonados/ en lo diverso, pues efectivamente, siempre hemos deseado ser inigualables y a lo que hemos llegado, o he llegado –que estoy hablado con voz – es a tener parecidas dolencias a las del vecino, también escribe un verso medular y que, creo, refiere a la interpretación del título: Crecer es darse cuenta… ¡Qué afirmación tan certera! Crecer, darse cuenta del estar sensible, ser presencia y presenciar lo que envuelve el espacio propio y, a la vez, aprender a hacer recuento, sacar del azar lo vivido, declararlo, ordenarlo en la memoria, ordenarlo y cuidarlo.

Llegada de uno mismo… ¿Dónde? ¿Acaso importa saberlo? Sólo leyendo el libro se comprende la dirección del libro, su acaecer. Quizá es más relevante comprobar que llega, es decir, se ha leído, que la persona que escribe detrás de mí, de Santiago Galán, nos cede esta extraordinaria oportunidad de lectura, la de llegar nosotros… El regalo de hacer nuestro el libro cuando lo leemos, el otro fundamento de la poesía verdadera, la única.

Federico Gallego Ripoll , tan querido, tan intuitivo, con ese ojo mágico que caracteriza su sabiduría poética, comenta: Siempre busco en un libro la sorpresa que venza a la costumbre.

Por ello le doy las gracias a este autor excelente por la sorpresa de su nueva publicación. Le deseo que su llegar tenga un viaje largo , a la manera del poema extraordinario de Cavafis».

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