El Polígono, el basurero de los vertidos ilegales
Es la zona de la ciudad donde se concentra el mayor número, aunque también los hay repartidos en otros puntos del municipio
Uno de los últimos vertidos es el de una cantidad ingente de bebidas isotónicas elaboradas «con ingredientes ecológicos y saludables»
«No hemos visto nada de documentación para denunciar al responsable; sólo escombros. Es una pena que exista gente así», se lamenta un agente de la Patrulla Verde de la Policía local de Toledo, que ha comprobado este jueves uno de los últimos vertidos ilegales denunciados por vecinos de la ciudad.
Son escombros metidos en varios sacos que parecen proceder de una obra de reforma de un baño. «Hemos abierto los sacos, pero no hemos hallado ninguna documentación», explica el policía, que ha visto un inodoro, un lavabo y silicona entre los residuos. Los escombros se encuentran en la confluencia de la CM-40 y el camino de Carrasco, a unos tres kilómetros de la urbanización Valparaíso.
De haber sido localizado el infractor, se le denunciaría por una falta administrativa y también se le requeriría para que quitase los escombros .
Además de ese tipo de residuos ilegales -el principal que se detecta en la ciudad-, también se localizan enseres abandonados, neveras, muchos cristales, algunos neumáticos y restos de poda. «En primer lugar, tratamos de encontrar al responsable para que los recoja y denunciarlo -cuenta el agente-. Si no es posible, el Ayuntamiento los retira por ser su término municipal».
Estos vertidos son frecuentes en la ciudad, aunque hay zonas que la Patrulla Verde tiene señaladas con un imaginario bolígrafo rojo. La más dañada por estos comportamiento incívicos es el barrio residencial de Santa María de Benquerencia y su polígono industrial. «Hay gente que hace alguna obra en su casa, mete los escombros en sacos y en el coche para tirarlos», cuenta el policía.
Precisamente al barrio más poblado de la ciudad se ha desplazado también la Patrulla Verde para comprobar la denuncia de otro vertido, en esta ocasión de una cantidad ingente de botellas de bebidas isotónicas de varios sabores , en el camino a Nambroca desde la Vía Tarpeya. Los agentes están investigando igualmente este caso, en el que llama la atención que los líquidos, de la marca RAW, se anuncian como «la primera bebida deportiva BIO, elaborada con ingredientes ecológicos y saludables».
«Dentro de los vertidos hay una escala desde los que son tóxicos a los que no dañan tanto el medioambiente», aclara otro agente de la Patrulla Verde, que esta vez no ha tenido la misma suerte que hace unos años. Entonces localizaron en Toledo al responsable de un vertido ilegal de aceites de motor de coches, depositados en bidones, después de una prolija indagación que llevó a los investigadores hasta el País Vasco para comprobar de dónde venían los recipientes. Fue la pista definitiva para poder sancionar aquel comportamiento incívico y dañido.
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