Obra pública, cómo pasar de la crisis a ser una clave en la recuperación económica
Ingenieros de caminos cifran en 710 millones anuales durante 10 años las necesidades en infraestructuras en Castilla-La Mancha
A nivel general en todo el país, la crisis económica de 2007 y la posterior lenta recuperación afectó a la obra pública de manera acusada. España pasó de ser un país de gran desarrollo en infraestructuras, con la red de alta velocidad de ferrocarril como máximo exponente, a una ralentización y casi paralización evidente.
Castilla-La Mancha no es una excepción, como lo prueba el hecho de que, por ejemplo, en los casi últimos diez años solo se ha construido un kilómetro de autovía para terminar, en 2017, uno de los tramos de la Autovía de La Sagra , la primera que ejecutó el gobierno regional por su propia iniciativa y que además sigue inacabada porque le falta el tercer y último tramo entre Illescas y Seseña.
Pero el gobierno central tampoco ha desarrollado proyectos de envergadura, ni en carreteras ni en vía férreas, así como en infraestructuras del agua. Todos ellos duermen en los cajones del Ministerio de Fomento. Prácticamente la acciones en este terreno se han centrado en las reparaciones obligadas ante el deterioro de algunas de las carreteras o vías de tren.
Sin embargo, y pese a que las urgencias apuntan como preferentes a sectores como el sanitario y el de las ayudas sociales y de subsidio, ir revirtiendo este evidente déficit en infraestructuras en Castilla-La Mancha puede ser una de las palancas que contribuyan a la recuperación económic a, incluida la creación de empleo. Eso, como se reclama desde varias instancias y organismos, si se fijan y además se ejecutan los presupuestos adecuados, entre ellos los que lleguen de los esperados fondos europeos.
Como ejemplo de estas demandas y necesidades, en estos días la patronal de las grandes constructoras, Seopan, ha dado a conocer que la licitación pública ejecutada en 2020 por todos los organismos públicos del país alcanzó un importe de 14.114 millones de euros, lo que representa una caída del 22,9% respecto a los 18.300 millones que se licitaron en el mismo periodo del año anterior, a raíz de la caída de la actividad registrada desde el estallido de la crisis del coronavirus. En el caso de Castilla-La Mancha, el descenso fue del 53%, hasta los 76 millones de euros.
Según estos mismos datos, los ayuntamientos lograron cerrar el año con una mayor actividad licitadora que en el ejercicio precedente, con 5.934 millones de euros, un 0,8% más, una evolución favorable que se debe, principalmente, al último mes del año. Las comunidades autónomas la redujeron un 16,1%, hasta 5.000 millones de euros. Las únicas regiones que aumentaron la licitación fueron Galicia, Islas Baleares, con 139 millones, un 68% más, Aragón, Comunidad Valenciana, Extremadura y La Rioja.
Rebajas en Fomento
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que es el que más obra pública concentra, acaparó 2.044 millones de euros, reduciendo la licitación en un 60% respecto al mismo periodo del año anterior . La Dirección General de Carreteras rebajó en un 63% sus licitaciones, mientras que Adif lo hizo en un 64%, Aena en un 68%, las Autoridades Portuarias en un 24% y la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITT) en un 84,5%.
Al margen de la licitación en transportes, las de equipamiento social fueron las que más recursos económicos concentraron, con 3.094 millones destinados a infraestructuras docentes, sanitarias y deportivas que, no obstante, también se redujeron en un 6%.
Por lo que se refiere a nuestra comnidad, el pasado mes de diciembre el consejero de Fomento, Nacho Hernando, anunció en las Cortes regionales que el presupuesto de su departamento para 2021 será «expansivo» , ya que duplicará inversiones, triplicará ayudas y que alcanzará los 300 millones de euros, de los que veinte se destinarán a la lucha contra la despoblación a través de la mejora de las conexiones por carretera en el medio rural.
En su intervención, el consejero lanzó el mensaje de que se va a «gastar en lugar de recortar, a invertir en lugar de paralizar y a cumplir los compromisos, blindando lo público», destacando las inversiones y ayudas como apuesta por una salida de la crisis a través de la inversión y el gasto social.
Al margen de intervenciones en urbanismo en varias capitales, Hernando destacó un paquete «especial» contra la despoblación de veinte millones de euros para la mejora de las comunicaciones en el entorno rura l y, en transportes, un aumento del presupuesto para un nuevo modelo que atienda «la demanda real» y para potenciar los Astra, cuya partida va a crecer un 30%. Todo ello tras «un año difícil y con muchas adversidades».
Déficit regional
En Castilla-La Mancha el déficit en infraestructuras ha sido cuantificado por la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Ingeniería Civil, que señala que « las necesidades de inversión total anuales en Castilla-La Mancha durante, al menos, los próximos 10 años se cifran en más de 710 millones de euros por año ». Estas inversiones están relacionadas con infraestructuras de transporte y del ciclo integral del agua principalmente.
Así lo destacó en su día en un artículo y ahora en ABC el ingeniero de caminos y secretario de Fomento del Partido Popular en Castilla-La Mancha, José Manuel Labrador, quien ha señalado que «al presidente regional, Emiliano García-Page, parece no importarle mucho esta necesidad a tenor de la inversión regional licitada en este tipo de infraestructuras, que en 2019 fue inferior a 10 millones de euros para toda la región».
Labrador entiende la paralización sufrida en 2020 «por el hecho de la parlización de los plazos administrativos en las licitaciones a causa de la pandemia, pero lo cierto es que llevamos esta tendencia en los últimos cuatro años y hay que ponerle una solución . Además hay informes que definen a esta región como tercermundista en materia de infraestructuras. De nada sirve presupuestar mucho dinero si luego no se ejecuta», señala.
Además, destaca las reuniones mantenidas durante esta pandemia por el Partido Popular de la región, con su presidente Paco Núñez al frente, con diferentes colectivos del sector, como arquitectos, aparejadores, ingenieros de caminos e industriales y empresarios de la construcción, todos coincidentes en la misma necesidad de la reactivación de la obra pública.
« La inversión en obra pública va a ser clave para iniciar la recuperación de la crisis económica que está generando la pandemia del coronavirus por el empleo que genera, porque sirve de efecto multiplicador en la reactivación de la economía en su conjunto y porque con este tipo de inversiones se recupera hasta un 40% en retornos fiscales», manifiesta Labrador, quien además de resaltar la bajada en la inversión en obra pública en Castilla-La Mancha llama la atención de la gran oportunidad que se presenta para la región si se lleva a cabo un buen aprovechamiento de los fondos europeos, en especial para solucionar problemas en materia de agua.
En lo que afecta a la movilidad en la región, y por tanto todo lo que se refiere tanto a los proyectos de nuevas actuaciones como la situación de la amplia red de carreteras en una región tan extensa, recientemente la Asociación Española de la Carretera ha hecho público su informe anual en el que concluye que el estado de conservación de las carreteras en Castilla-La Mancha es deficiente, siendo necesaria una inversión de 934 millones de euros, lo que hace que sea la tercera región de España que requieren mayor inversión en mejorar sus vías.
Obras hidráulicas
En obras hidráulicas, destacan desde el PP que para dar cumplimiento a la Directiva Marco del Agua se debería actuar en 600 depuradoras de la región, entre obras de mejora y de nueva construcción. También son urgentes obras en regadíos, en sistemas de abastecimiento de agua y la continuación de la Tubería Manchega.
Otro aspecto a tener en cuenta en una región como Castilla-La Mancha, con una situación privilegiada en el cenro de la Península, es el desarrollo de las plataformas logísticas . Aquí es cierto que los corredores del Henares y el de La Sagra juegan un papel de primera mangitud y de gran potencial económico, con localidades como Illescas en situación puntera a nivel nacional. Sin embargo, José Manuel Labrador apunta que todavía están paralizadas las necesarias inversiones en las plataformas logísticas de Talavera de la Reina, Alcázar de San Juan o de Albacete. En este apartado apunta que si a nivel nacional se opta por el llamado corredor del Quijote hacia el Mediterráneo sería necesario impulsar las plataformas logísticas de Alcázar de San Juan y Almansa.
Otra de las reclamaciones al gobierno regional desde la oposición es el de la inversión para atajar el a su juicio notable deterioro del servicio de transporte de viajeros en Castilla-La Mancha , además de los problemas del sector del taxi, especialmente en las zonas rurales. Este problema afecta sobre todo a comarcas con baja densidad de población y se considera capital para luchar contra la despoblación.
Lo que desde el PP se considera un «déficit de inversiones en infraestructuras en Castilla-La Mancha», así como una «pírrica inversión en obra pública», debe cambiar atendiendo las demandas de los colectivos regionales y colegios profesionales del sector Fomento , que coinciden en la inversión en obra pública como elemento clave para la recuperación económica.
« Es urgente que Page reaccione, que dé un giro de 180 grados y tome conciencia de esta necesidad inversora . El presupuesto para el año 2021 y la gestión de los fondos europeos para la recuperación económica por parte de las autonomías nos presentan una oportunidad para equilibrar este déficit de infraestructuras y para iniciar la recuperación, una oportunidad que Castilla-La Mancha no puede permitirse desaprovechar. Desde el Partido Popular vamos a seguir escuchando a todos los colectivos de este sector, vamos a seguir trabajando por el desarrollo económico y social de Castilla-La Mancha, por su reindustrialización y transformación digital y porque nuestra región cuente con unas infraestructuras sostenibles, eficientes, funcionales y resilientes», asegura José Manuel Labrador.
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