«Muchos negocios van a cerrar, pero vamos a pelear por el Casco Histórico»
La presidenta de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros del Casco Histórico, «Distrito 1 Toledo», Carmen Zayas, valora la difícil situación que se vive por la crisis del coronavirus
Ni en sus peores sueños hubiera imaginado Carmen Zayas Ludeña , cuando fue elegida en enero presidenta de la joven Asociación de Comerciantes y Hosteleros del Casco Histórico, «Distrito 1 Toledo», que se iba a vivir una crisis como la actual, con los negocios cerrados a cal y canto y la ciudad paralizada durante meses. En su asociación, que lleva poco más de un año funcionando, no se han achicado, al contrario, el coronavirus no ha podido con la ilusión de que el Casco vuelva a convertirse en el centro neurálgico del comercio y del corazón de los toledanos.
Durante estos días de oscuridad «hemos seguido dando caña», dice a ABC su presidenta, que ha ido aportando ideas para trasladar a las administraciones a largo plazo y también a corto, como la de animar a los vecinos y comerciantes a inundar de flores y plantas sus ventanas, terrazas y balcones para dar vida a una ciudad que a estas alturas del mes de mayo tenía que estar engalanada para vivir el Corpus Christi . Una campaña que se puso en marcha el viernes pasado para dar «una imagen de una ciudad más viva, más humana, más acogedora» en estos momentos difíciles.
La idea surgió cuando algunos comercios instalaron maceteros en las calles y tuvieron que ser retirados porque la medida chocaba con la ley de accesibilidad que, en el Casco Histórico, es más restrictiva. Y Distrito 1, en lugar de parar el proyecto, le dieron la vuelta y plantearon llevar el «verde de las plantas y los colores de las flores» a las ventanas y balcones, para, sin saltarse la normativa, seguir sumando en el objetivo que se marcaron cuando nacieron como asociación: «Que el Casco vuelva a ser lo que era antes, un barrio en el que se pueda vivir, lleno de familias, porque no es solo un museo, un escenario de película, tiene mucho que ofrecer».
Carmen Zayas reconoce que esta crisis se va a llevar a muchos negocios por delante y algunos tendrán que cerrar, aunque sea durante unos meses, pero también destaca que tienen muchas ganas de trabajar y de pelear para la reactivación del Casco Histórico porque «somos un equipo de gente que, sobre todo, tenemos muchísimas ganas de trabajar». «No paramos, la verdad, queremos demostrarle a todo el mundo que el Casco merece la pena y de eso se tienen que dar cuenta las administraciones, no queremos una ciudad museo, queremos una ciudad de verdad, un barrio como el que fue antiguamente y que la gente lo pueda disfrutarlo», dice.
Pese a las dificultades del momento, «Distrito 1» tiene muchas iniciativas, aunque algunas se han tenido que quedar en el tintero provisionalmente, como la de modificar la señalética de Toledo, que se ha quedado obsoleta. «Creemos que se puede hacer mejor, sin afectar al patrimonio, porque ahora con estas señales el turismo se pierde y va mal dirigido por unos sitios increíbles por los que yo, como toledana de toda la vida, no iría». Eso provoca, en su opinión, masificación del turismo, que se concentra en determinadas calles y, el objetivo, es diversificar y, para ello, es fundamental mejorar la señalética, con diferentes rutas. «¡Con menos masificación el toledano podría disfrutar más de su ciudad!», afirma.
«Distrito 1» pide, como primera medida, una mesa redonda con las administraciones -Ayuntamiento, Junta y Consorcio- para que expliquen qué competencias tiene cada uno y cómo se podría trabajar en colaboración para que, según insiste, «el Casco vuelva a ser lo que era».
Dinamizar la economía
Además, están trabajando en un proyecto integral que estará formado por iniciativas económicas, sociales y culturales, «en el que tendremos en cuenta no solo a los comerciantes y hosteleros del casco, sino también a los vecinos y los que nos visiten», según explica. El objetivo de este plan será dinamizar la economía del barrio y conseguir que sus calles vuelvan a ser un punto de encuentro para todos aquellos que quieren sentirse como en casa, también para aquellos toledanos que han dado la espalda al centro y viven en otros barrios por lo que, ahora, es una buena oportunidad para perderse por sus calles y plazas vacías de turistas. «Hemos sido el punto neurálgico para toledanos y vecinos de pueblos y ciudades colindantes, durante toda la vida. Les pedimos que retomen esa costumbre cuando puedan salir de casa, y vuelvan a disfrutar del casco y de todas las novedades que se van a encontrar», afirma Carmen Zayas , que ve en estos momentos de crisis «una oportunidad de trabajar en la línea de cambiar las cosas, una oportunidad de replantearse la ciudad y crear entre todos un lugar mejor, más sostenible, más moderno y cada vez con más y mejores servicios».
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