Miles de agricultores dicen en Toledo que no se rinden y piden precios justos
La manifestación estuvo acompañada de medio centenar de tractores que subieron hasta Zocodover
Recordando otros tiempos convulsos del campo a lo largo de las últimas décadas, jalonados de protestas e incidentes de cierta consideración, miles de agricultores y ganaderos de toda Castilla-La Mancha, acompañados también por medio centenar de tractores, protagonizaron este martes una gran manifestación en la capital toledana en la que además de reclamar, como vienen haciendo desde hace semanas, una ley que garantice precios justos para los productos agroalimentarios que no estén por debajo de los costes de producción, también advirtieron que no se darán por vencidos porque ahora el campo está unido.
Durante más de dos horas y media, los manifestantes -convocados por Asaja, UPA y COAG- gritaron a lo largo del recorrido que empezó en al zona de la plaza de toros consignas como «Precios justos», «El campo unido jamás será vencido» o «El campo no se rinde», para acabar la movilización en la céntrica plaza de Zocodover de la capital castellanomanchega con los discursos de los líderes de las tres organizaciones.
Acompañados por diputados nacionales, regionales y dirigentes de varios partidos políticos como el PP, Ciudadanos y Vox, los agricultores han pedido «respeto» y una solución a la crisis del sector primario así como acabar con la competencia desleal.
Durante sudiscurso, el presidente nacional de Asaja, Pedro Barato, reconoció el cambio de actitud del Gobierno de España, pero al mismo tiempo advirtió que los mensajes del ministro de Agricultura, Luis Planas, no pueden quedarse en palabras, sino que se tienen que «plasmar en realidad».
Tras agradecer la movilización de los agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha, Barato pidió «lo que en justicia nos corresponde», pasando a exponer las diferentes reivindicaciones que han llevado al sector a salir a la calle en toda España.
Entre ellas reclamó que el «punto de partida» de la negociación de las organizaciones agrarias con el Ejecutivo central sea que los precios se calculen como mínimo con los costes de producción y que la Política Agraria Común (PAC) sea también «como mínimo como la que tenemos ahora».
Con respecto a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), Barato indicó por un lado que los trabajadores del campo tienen que tener un salario «digno», pero matizó al mismo tiempo que hay muchos autónomos que «tienen que ganar lo suficiente como para poder pagar». Por ello, concretó que si el Gobierno aprueba la subida del SMI, también puede aprobar «un decreto ley para que no se puedan vender los productos agrarios por debajo de los costes de producción ».
Asimismo, puso el acento en que los agricultores tienen que tener « el agua suficiente para tener futuro» y que los gobiernos tienen que dar ayudas al olivar tradicional, al tiempo que denunció el «ataque» a los agricultores por parte de «animalistas y no animalistas», destacando al respecto que los agricultores y ganaderos son «los guardianes del medio ambiente». Terminó señalando que «el campo está preparado para ir a Madrid y el único que lo puede evitar es el presidente del Gobierno si nos da lo que pedimos».
El secretario general de UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, celebró el «éxito» de la movilización en Toledo y manifestó que «si se llena de campo la calle es porque seguro que llevamos razón».
Según Morcillo, los agricultores están ya «hartos y al límite», tal y como reza el lema de la manifestación, pero alertó de que sin sector primario «ni hay actividad económica ni pueblos abiertos ni podemos seguir viviendo en nuestros territorios». Por ello incidió en que lo que quieren los agricultores es una «ley justa» y hablar de precios pero «lo que no queremos es más hipocresía», ha resaltado.
Por su parte, el secretario regional de COAG, Ángel Gálvez, hizo un llamamiento a la unidad nacional del sector para la defensa de los derechos de los agricultores que, según lamentó, tienen que «soportar una competencia desleal», a la misma vez que ha pedido apoyo de los gobernantes para cambiar esta situación.
Entre los dirigentes políticos que acudieron a la manifestación, el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, se comprometió a llevar las reivindicaciones de los agricultores «sin bisturí» a las Cortes regionales en forma de resolución del debate general planteado para este jueves en el pleno del Parlamento.
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, puso de manifiesto «toda la sensibilidad» del Gobierno de Castilla-La Mancha con los agricultores y ganaderos y aseguró que el momento es «delicado» y ha reconocido la necesidad de que los agricultores y ganaderos reciban «un precio justo» por sus producciones, al tiempo que incidió en que esa justicia no tiene que ser sólo económica, sino también «social, territorial y ambiental» porque «la labor que hacen va mucho más allá de lo meramente económico».
Además, reiteró su apuesta por las cooperativas, agrupaciones de productores, entidades prioritarias y empresas «más grandes» para defender mejor la producción, así como la importancia de que los consumidores aprecien los productos de la tierra: «el origen, el valor de marca y la cercanía».
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