Mil metros cuadrados de lona abrazan la torre de la catedral

Un tejido en tonos grises y negros que emula las piedras del templo cubre desde el lunes los andamios de las obras

La lona luce en la torre de la catedral desde esta semana H. FRAILE
Valle Sánchez

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Desde el lunes pasado, una gran lona cubre el andamio de la obras de restauración de la catedral de Toledo. Detrás de este trabajo, que reproduce de forma fiel la imagen de la torre gótica, está la empresa Panorama S.A, radicada en Madrid, y experta en este tipo de ingenios que se colocan en edificios históricos durante las restauraciones tanto por seguridad como por estética.

Con un diseño realizado por el estudio del arquitecto conservador del templo primado, Jaime Castañón Fariña , los técnicos de esta empresa comenzaron a trabajar con bocetos, realizando pruebas con tonos grises y negros. Finalmente, tras consensuar la idea con los responsables de la catedral, la lona se imprimió en una máquina digital de cinco metros de ancho para conseguir los 49 metros cuadrados de alto -que es lo que mide el tramo de la torre con andamios sin contar la cúpula- y 20 metros cuadrados de ancho. En total, son casi mil metros cuadrados de lona que cubren la catedral desde el lunes pasado, según los datos facilitados a ABC por José María Blanco, responsable del proyecto en esta gran empresa madrileña de reproducción gráfica, que cuenta con más de cien empleados y una dilatada experiencia en este sector. De hecho, ya se encargaron de realizar la lona que cubrió el puente de San Martín de Toledo durante su restauración en 2008.

Lona en el puente de San Martín durante las obras de 2008 ABC

Una noche de trabajo

El proceso se realizó durante una noche de trabajo, en la que se fueron creando tramos de cinco metros que se iban termoselladando, -un proceso de soldado de un termoplástico a otro termoplástico que usa calor y presión- para confeccionar la gran pieza. El material empleado fue una tela microperforada que se llama «mesh», cuyas características son que permite un secado rápido, protege contra incendios y tiene retardo al fuego, como exige la normativa.

Para montarla se necesitaron diez trabajadores: ocho instalando la lona y dos para cortar el tráfico de peatones, tanto arriba como abajo de la calle. Se tardó una hora en subirla la parte superior y, una vez, arriba, quedó colgando y se fue abrochando a los andamios. «Llegamos a las tres de la tarde, y a las ocho los trabajadores que habían participado en el montaje se bajaron al suelo; se nos dio mejor de lo que pensábamos», afirma Blanco, que confiesa también que personalmente ha puesto mucho cariño en este proyecto porque «evidentemente es un montaje excepcional», a pesar de que su empresa está acostumbrada a realizar trabajos de gran envergadura para grandes empresas, como El Corte Inglés . Sin embargo, es consciente que esta lona la van a ver miles de personas de todo el mundo durante el tiempo que duren las obras de la torre y va a ser, sin duda, una de la más fotografiada de las que su empresa ha realizado en su historia.

José María Blanco quiso agradecer el interés del canónigo obrero mayor, Francisco Javier Hernández de Pinto , que revisó todo de arriba a abajo todo el proyecto para no dejar ningún cabo suelto y también a los responsables del Ayuntamiento de Toledo, por todas las facilidades que les dieron los responsables de la Policía Local.

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