Lecciones de vida contra el fuego
El Ayuntamiento de Toledo y los bomberos están impartiendo un curso para enseñar a los vecinos en casos de incendio doméstico
En el número 6 de la calle Río Puentesecas del barrio toledano del Polígono, los vecinos de este bloque de pisos nunca podrán olvidar lo que allí sucedió a primeras horas de la madrugada del 1 de febrero de 2012 , hace poco más de cinco años. Y menos aún lo podrá hacer la familia de Iván, un adolescente de 14 años que vivía en la cuarta planta de este edificio de viviendas y que murió en uno de los más trágicos incendios acaecidos en Toledo en los últimos años.
El fuego, cuyas causas no se aclararon, se originó en la cocina de una vivienda del tercer piso del número 6 de la calle del Río Puentesecas. De ahí ascendió por el hueco de la escalera al resto del edificio, cuyos vecinos fueron evacuados por los bomberos con una escala a través de las ventanas y terrazas. Jesús Álvarez, jefe de los bomberos de Toledo, participó en la extinción de ese incendio y ha comenzado este mes a impartir un curso organizado por el Ayuntamiento de Toledo para enseñar cómo se debe actuar ante un incendio doméstico de este tipo, «que son más frecuentes de lo que creemos», asegura a ABC.
A Jesús Álvarez el incendio de hace cinco años le pilló muy de cerca. En primer lugar, porque vive en el Polígono y, aunque no estaba de servicio esa noche del 1 de febrero de 2012, fue avisado y se presentó en pocos minutos, antes incluso que sus compañeros bomberos. Pero, sobre todo, la cercanía a los hechos viene más por el lado sentimental, ya que Jesús Álvarez conoce a Ruth, la madre de Iván y de otra niña, su hermana, que sí que se salvó del incendio, al igual que sus padres.
El jefe de los bomberos de Toledo dice que en este siniestro, como en otros muchos, hubo cosas que no se hicieron bien, «aunque de nada sirve lamentarse ya». Por eso, cree que cursos como el que está impartiendo ahora son imprescindibles para enseñar a los vecinos cómo deben actuar. «El principal error que comete la gente es perder los nervios y la serenidad» , comenta Jesús Álvarez, quien asegura que «hay gente que ha llegado a arrojar sartenes ardiendo por la ventana porque no sabían qué hacer».
Otro de los testigos de ese suceso es Blanca, vecina del bloque de viviendas donde se produjo ese trágico incendio y que está asistiendo al curso impartido por los bomberos de Toledo. «Tenemos muy malos recuerdos de lo mal que lo pasamos» , cuenta Blanca, quien dice que las situaciones que les han expuesto en el curso le hacen revivir lo que sucedió esa noche del 1 de febrero de 2012.
Esta vecina del número 6 de la calle del Río Puentesecas fue la que dio la voz de alarma y llamó a los bomberos, que sacaron en volandas a sus padres, residentes también en el bajo del edificio. Una de las lecciones que ha aprendido Blanca es que, ante un incendio de este tipo, uno no se puede enfrentar al fuego sin protección ni salir de la vivienda, a no ser que tengas vía libre o la ayuda de un bombero.
El primer barrio que está participando en este curso es precisamente el del Polígono , donde se produjo el trágico incendio de hace cinco años. El coordinador de esta actividad y portavoz de la Asociación de Vecinos el Tajo, Victoriano Villén, animado por muchos de los socios, se puso en contacto con el Ayuntamiento de Toledo y con los bomberos municipales para llevarlo a cabo. «Es una actividad muy necesaria y que tiene sentido, teniendo en cuenta que muchos vecinos no saben cómo actuar ante una situación de riesgo como es un incendio doméstico», señala.
El grupo de unas quince personas que ha participado en el curso comenzado en marzo , en su mayoría amas de casa y jubilados, han recibido en el centro cívico de la Sala Talía del Polígono una serie de conocimientos y pautas de actuación ante un conato de incendio en su vivienda. Para ello, aparte de la parte teórica del comportamiento del fuego, tuvieron prácticas con extintor, una herramienta esencial para apagar incendios domésticos.
Esperanza es una de las participantes de este curso , quien también ha sufrido en sus carnes una experiencia de este tipo. «Atendiendo a las explicaciones que los bomberos nos han dado, me he dado cuenta de que actuamos de manera incorrecta», cuenta esta vecina del Polígono. Ella y su marido estaban fuera de casa cuando se originó un fuego en el bloque de viviendas donde viven.
Errores comunes
Según relata Esperanza, cuando llegaron a casa, su esposo subió en ascensor a la sexta planta, donde sus hijas estaban dentro del piso que tienen, «algo que no se debe hacer sin saber a lo que uno se enfrenta, y menos sin protección», aclara Esperanza, según las lecciones que han recibido en el curso. Por eso, es esencial el conocimiento del uso del extintor , una herramienta que, por normativa, tiene que estar en las plantas pares de un bloque de viviendas o en todas, si el edificio tiene más de ocho plantas.
El concejal de Seguridad Ciudadana y Protección Civil del Ayuntamiento de Toledo, Juan José Pérez del Pino , explica que este curso iniciado en marzo de este año «es un elemento de lucha contra este tipo de incidentes y un afianzamiento de la seguridad. Es mejor formar a la gente para que sepa actuar ante los incendios que comprar camiones de bomberos, aunque ambas cosas son necesarias».
Según informa el edil toledano, otras asociaciones de vecinos y colegios ya han pedido poder realizar el curso y la intención es garantizar un curso por mes. El único requisito es que el número de participantes sea de un mínimo de 12 ó 15 personas que lo hayan solicitado con tiempo al Ayuntamiento de Toledo.
El coste económico de este curso es mínimo, tan solo el uso de extintores y tener que pagar al personal de bomberos que lo imparte. En opinión de Pérez del Pino, «es una pequeña inversión que a largo plazo puede suponer un gran ahorro para las arcas municipales, aparte de poder evitar males mayores e incluso salvar vidas, que es lo más importante».
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