El jurado delibera si Jesús tuvo intención o no de matar a Marwan de un puñetazo en Yuncos

«No es razonable que se solicite la misma pena -15 años de prisión- que para un asesino a sueldo por matar a una persona de dos tiros», expuso el abogado del acusado

Jesús, a la derecha, durante la primera jornada el juicio. A la izquierda, Iván, acusado de conducción temeraria Ismael Herrero/EFE

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Desde este mediodía, el jurado popular está deliberando si Jesús tuvo intención o no de matar a Marwan, el hombre que falleció en un polígono industrial de Yuncos tras recibir un puñetazo en 2019. Sus miembros, que están incomunicados, ya se han retirado a descansar en un hotel y continuarán con la deliberación este jueves por la mañana

Para la Fiscalía no fue un fatal accidente, por lo que mantiene su acusación de homicidio doloso, como también sostiene la acusación particular. La defensa de Jesús, en cambio, sostiene que su cliente no tenía intención de acabar con la vida de la víctima, por lo que afeó a la Fiscalía que vea dolo en la acción del acusado. «No es razonable que se solicite la misma pena -15 años de prisión- que para un asesino a sueldo por matar a una persona de dos tiros», puso como ejemplo.

Los nueve miembros del jurado deberán responder a tres puntos concretos, entre otros. Por un lado, si Jesús dio el puñetazo a su víctima sabiendo que lo iba a matar, Marwan cayó al suelo y se rompió la base del cráneo. Por otro, si, a lo mejor, Jesús no quiso matar a la víctima, pero aceptaba que existía la posibilidad de acabar con su vida. Y también deberán contestar si el acusado no tuvo intención de matar y sólo quiso «partir la cara» al difunto, como dijo de manera coloquial el presidente del jurado, el magistrado Emilio Buceta, cuando leyó el objeto del veredicto. El juez les pidió que no tuvieran en cuenta que el acusado estuvo en prisión por otros motivos.

El jurado también delibera si Iván, el otro acusado en este procedimiento, cometió conducción temeraria cuando pilotaba un turismo para el que no tenía permiso de conducir. Su abogado insistió, en su alegato final, que Iván no quería acabar con la vida de ninguna persona.

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