Homenaje a Juan Sánchez, «que tenemos que hablar de muchas cosas...»

Emocionado recuerdo de la ciudad de Toledo al exdirector de la Biblioteca regional, fallecido el 22 de septiembre

De izquierda a derecha, Carmen Morales, el concejal de Cultura, Teo García, José María Barreda y Dalila del Valle, que ha donado a la Biblioteca el enorme cuadro ante el que posan y en el que aparece Juan Sánchez con golilla H. FRAILE
María José Muñoz

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Esta tarde, al salir de casa para dirigirme al homenaje al bibliotecario Juan Sánchez, fallecido el 22 de septiembre pasado , me he cruzado por las calles de Toledo con un turista que se parecía mucho a él. Entonces, he imaginado q ue me lo encontraba, como tantas veces cerca de la plaza de Zocodover, y le decía que me acompañara a la Biblioteca de Castilla-La Mancha, ahí en lo alto del Alcázar, donde decenas de personas entraban en ese momento para homenajear al hombre más empecinado del mundo en fomentar y convertir en entes vivos de la cultura a las bibliotecas públicas.

Mente innovadora

Sentado a mi lado, con sus gafas caladas y esa mirada de entusiasmo permanente, el que fuera director de la Biblioteca de Castilla-La Mancha hasta hace solo dos años y durante cinco de su vida, ha sido testigo de la emoción con la que a su sucesora, Carmen Morales, se le quebraba la voz cuando explicaba que este año no se nombrarán socios de honor, que en su lugar se ha decidido hacerle un homenaje porque «nos lo pedía el corazón», porque qué mejor cosa que u nir su recuerdo al 21º aniversario de la Biblioteca ; más aún, a la misma historia de este centro, donde un día los libros escalaron por la misma fachada tiroteada de la Guerra Civil y se colocaron en los estantes sin ánimo de faltar para convertir el Alcázar de Toledo en un lugar que desde hace muchos años ya se asocia irremediablemente a la cultura .

Barreda conversa con Jesús Fuentes en presencia de Teo García H. FRAILE

Como todos los intervinientes en el homenaje, Carmen Morales ha hablado de la buena persona, del hombre de fe y del amigo leal que era Juan Sánchez, que «siempre estará entre los libros, los estantes y las paredes de esta biblioteca», ha dicho. Le ha seguido Jesús Fuentes , quien ha hablado en su nombre y en el del editor y colaborador de ABC Alfonso González-Calero , de quien ha afirmado que junto a Juan Sánchez fueron «los creadores de este modelo de biblioteca que tenemos ahora». Y se ha referido a la Asociación de Amigos de la Bibliotaca de Castilla-La Mancha, que preside el propio Fuentes, y que «fue un invento de Juan; yo mismo lo soy» , ha añadido, para crear «una biblioteca viva en diálogo permanente con la sociedad y nada tradicional».

Estas palabras de Fuentes sobre la mente innovadora del homenajeado me han recordado un experimento suyo para intentar que los adolescentes cambiaran el «botellón» por los libros , —nada menos— , iniciativa que tuvo eco nacional en su día. Esta «nueva Biblioteca de Alejandría» en que Juan Sánchez quería convertir a la de Toledo le mantuvo entusiasmado hasta pocos días antes de su fallecimiento. Su muerte cogió de viaje en -otra vez los libros- Biblos (Libano), la antigua ciudad fenicia, a Jesús Fuentes, quien ha afirmado con tristeza ilusionada que Juan Sánchez debe vivir ahora «en una estrella especialmente creada para él» , donde «seguiremos hablando, amigo, querido Juan», frase elegíaca final que ha sonado al impresionante poema de Miguel Hernández a su amigo Ramón Sijé.

La sala de actos se quedó pequeña H. FRAILE

Mientras la escritora Macarena Alonso , con su bella voz, leía uno de los poemas de Juan Sánchez: «Preparando pacíficos combates...» —dejó escrito de él mismo, nada más exacto a la misma realidad—, no sé por qué he imaginado al bibliotecario durmiendo, por las noches, tapado con la hoja de un libro enorme.

Y le ha tocado el turno al expresidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que fue consejero de Cultura de Castilla-La Mancha en los años en que se fraguó la idea de la Biblioteca. «El mejor homenaje que puede hacerse a las personas buenas es tratar de imitarlas», ha dicho, para añadir que «siempre confié en Juan y nunca me defraudó; decía siempre la verdad aunque fuera en contra de tu idea , estimaba sus criterios y opiniones y su pasión por los libros y las bibliotecas, que compartía con Alfonso González-Calero; los dos eran apasionados habitantes de la Galaxia Gutemberg, su reino no era de este mundo...».

Una soldado en Mali

Incluso, en un momento de su intervención, Barreda ha afirmado que compartía con Sánchez la idea de instalar la Biblioteca en el Alcázar , pero que creía recordar que fue aquel el primero en lanzarla, pese a que «como buen toledano, sabía qué significaba el Alcázar en Toledo, especialmente para «esa derecha ultra» que sentía como una «provocación» situar la biblioteca en «ese recinto sagrado para su ideología».

La escritora Macarena Alonso leyó unos poemas de Juan Sánchez H. FRAILE

Y es que el bibliotecario no se casaba con nadie, y todos le valoraban . Un ejemplo de ello fue que, después de décadas en la administración socialista, fue un gobierno del PP quien le nombró director de la Biblioteca.

Hace dos años, como diputado nacional, Barreda visitó un destacamento militar español en Mali. Allí, una capitana nacida en Toledo le contó cuánto recordaba su estancia en la Biblioteca del Alcázar y el buen ambiente que en ella reinaba en sus tiempos de estudiante. Ni rastro de la Guerra Civil.

Cosas como esta consiguió Juan Sánchez, que ahora miremos al Alcázar como un lugar asociado irremediablemente a la cultura.

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