«Haré siempre todo desde la imparcialidad más absoluta»

Antonio Huélamo toma posesión de la jefatura de la Fiscalía de Toledo, su mayor ambición profesional

Antonio Huélamo, a la derecha, mira a la fiscal general del Estado durante su intervención Luna Revenga

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Antonio Jesús Huélamo Buendía (Madrid, 1962), el flamante fiscal jefe provincial de Toledo para los próximos cinco años, dirigió este viernes unas palabras reveladoras a su padre, un abogado de Ocaña jubilado, quien acudió a la Audiencia Provincial apoyado en un bastón para asistir a la toma de posesión del nuevo cargo de su hijo. «Te he dicho en los últimos 20 años —desveló al público— que aguantaras para ver si podías presenciar un día como el de hoy». En efecto, como Antonio Huélamo decía siempre a sus compañeros y conocidos, la jefatura de la Fiscalía de Toledo era su mayor deseo profesional desde que llegó a la ciudad hace 29 años.

«La designación me la tomo con una gran satisfacción personal y como una gran responsabilidad. Desde este momento pongo toda mi inteligencia y voluntad como mis mejores facultades para desempeñar dignamente el cargo», afirmó el fiscal delegado de Menores y de Extranjería en la provincia hasta hace unos días. Y lo expresó delante de la fiscal general del Estado, María José Segarra , quien presidió el solemne acto en la abarrotada sala de vistas de la Sección Primera de la Audiencia, y del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Manuel Rouco .

Huélamo tuvo más palabras para su padre, el hombre que coleccionaba almanaques, calendarios que ayudaron al nuevo fiscal jefe en algunos casos cuando no había internet . «Él me inculcó los valores de la Justicia y del derecho, el respeto a los juzgados y tribunales;me enseñó que, para defender los intereses que se tienen encomendados profesionalmente, no se debe utilizar jamás la descortesía. Y la elegancia en los informes en los juicios. Fue un apoyo incondicional en mi camino para que fuera fiscal».

A sus 56 años, Antonio Huélamo ha marcado un hito: que un fiscal de base de la plantilla de Toledo se ponga al frente de la jefatura. Y llega al puesto con unos principios muy claros: «No me apartaré ni un milímetro de los fines constitucionales del ministerio fiscal», y «haré siempre todo desde la imparcialidad más absoluta».

Sin coartar

También subrayó que «no desempeñaré una actuación intervencionista sobre los fiscales, sino supervisora». «No pretendo coartar el legítimo criterio personal de los fiscales en cada asunto, sino que controlaré si dicho criterio es congruente con lo actuado conforme a derecho y, sobre todo, si salvaguarda el principio de unidad de actuación del ministerio fiscal», añadió Huélamo, quien utilizó un lenguaje inclusivo durante su discurso.

Aseguró, además, que «cuando adopte alguna decisión que afecte a la fiscalía y algún compañero o compañera de la carrera fiscal, o funcionario y funcionara, deberé comunicárselo personalmente por razones de operatividad y de sinceridad personal». «No adoptaré decisiones de complacencia, que pueden llevar a equívocos;sino que la postura del fiscal jefe, cuanto más clara desde el principio, es mejor que se conozca por todos los fiscales de la plantilla», agregó.

Luego Huélamo reivindicó un problema endémico: la falta de efectivos y de medios. « Nos congratula mucho que se anuncien nuevos órganos jurisdiccionales, pero ¿y la correlativa ampliación de la plantilla de fiscales? La necesitamos de una forma rápida e inmediata. Los fiscales de Toledo están soportando una carga de trabajo al límite de sus posibilidades», aseveró.

El fiscal jefe, que estuvo en un tono bromista y muy cordial en gran parte de su alocución, recordó por sus nombres a funcionarias que han trabajado con él durante su etapa como fiscal de menores. Y aquí hiló con un propósito que se ha marcado en su nuevo cargo: intensificará la actuación de la fiscalía hacia una labor más social en favor de la gente más vulnerable, como las personas con discapacidad, las víctimas de violencia de género, de odio, trata de seres humanos o acoso. Porque su visión siempre ha sido «de servicio público, de servicio a la sociedad».

Huélamo, amadrinado por la fiscal Anabel Vargas, agradeció el trabajo de su antecesor, Luis Ibáñez , quien volverá la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional después de cinco años en Toledo. Sin embargo, Ibáñez no estuvo en el acto, que fue grabado para la posteridad por un magistrado de la Audiencia Provincial.

Un sueño que nunca morirá

El nuevo fiscal abrochó su discurso con el compromiso de actuar con honestidad, respecto, modestia, compostura y dignidad. «Y no defraudar a la fiscal general del Estado». Y cerró con una frase dirigida a sus compañeros: «Nuestro sueño de lograr una carrera fiscal mejor nunca morirá».

Rouco resaltó el « buen ambiente que reina entre nosotros » y admitió que la Fiscalía de Toledo «es una de las más complejas y relevantes» en la región, por lo que se sumó a la petición de aumentar el número de fiscales. «Haré cuanto esté en mis manos», contestó Segarra, quien destacó el «extraordinario nivel profesional» de la Fiscalía de Toledo a pesar de la «exigua» plantilla.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación