Puy du Fou de Francia y de Toledo una relación de más de 30 años
Siete alumnos del Infantes viajaron en 1983 a Francia en el primer intercambio

Cuando leí en la prensa que el Puy du Fou llegaba a Toledo, sentí un escalofrío...! ¿Puy du Fou en Toledo? Cuando el tiempo precisó el inicio de obras, personal, etc, y todo tomaba forma real, me di cuenta de todo lo que unía a La Vendée y Toledo, desde mi propia experiencia, sin imaginar jamás que esto llegase a ocurrir.
Quiero contarles esta historia, real, que demuestra que La Vendée y Toledo, y con ellas los dos parques, tenían ya un vínculo histórico, cultural y educativo de más de treinta años.
La cosa empezó cuando a fin de los años 70. Siendo yo estudiante, realizaba mis estudios de bachillerato en el internado del colegio del Castillo de San Servando de Toledo, de gratísimos recuerdos para mí. Fue allí, pues el colegio servía de albergue juvenil en época vacacional, cuando encontré a Mme. Rolin, Jacqueline, profesora de español del Lycée Notre Dame de Fontenay le Comte (Vendée).
Ella, apasionada profesora, enamorada de España y de Toledo, acompañaba a un grupo de sus estudiantes en viaje de estudios. Hicimos amistad y la mantuvimos, y cuando empecé a trabajar como profesor en el Colegio de Infantes de Toledo, ella me sugirió la idea de iniciar un «pequeño intercambio» entre nuestros alumnos.
Fue a fin de junio de 1983 cuando me embarqué con seis alumnos del Colegio de Infantes, en tren, vía Burdeos y la Rochelle. Allí, Jackeline nos recibió y acogió a los siete en su casa. Las fotos conservadas son un testimonio de aquella primera vivencia.
Al verano siguiente, y más organizados, se regularizó el intercambio, esta vez ya viviendo en casa de alumnos y devolviéndonos la visita después. Pero aquí ya empieza nuestra historia con el Puy du Fou.
Jacqueline, entusiasmada con ese parque recién abierto que contaba la historia de la Vendée, con sus peculiaridades, nos llevó a ver ese espectáculo nocturno, que recuerdo con frío, lluvia e impermeable, pero vinimos encantados.
El intercambio se consolidó y han pasados años de convivencia mutua, habiendo pasado muchos profesores franceses como responsables, y menos los españoles, que nos mantuvimos con menos cambios. Tengo que recordar aquí, sin falta, a Marina Riaño, profesora de francés y maestra de maestros, que aún siendo la titular de la materia, por su cansancio y demasiados «intercambios», me concedió el honor de realizarlos, siempre bajo su apoyo y consejo discretos.
El hecho de impartir yo clase de Historia en 2º curso de bachillerato me impidió la asistencia anual a aquellos, pero participando siempre en su organización o en la planificaciones de visitas allí o en Toledo y alrededores.
Larga relación
Escribo estas líneas desde mi experiencia personal, conozco la región, la conocieron y conocen nuestros alumnos durante más de 30 años de intercambio: Fontenay Le Comte, Luçon, La Rochelle, Niort, Mervent, Vouvant, con su magnífico románico, la Roche sur Yon, la capital, el Museo Historial de la Vendée, la maravillosa «Venice Verte» con sus canales de agua color verde y cerca, otro museo contemporáneo el centro comercial «Les Flanneries».
Así, y con mi vuelta a los intercambios, es en el año 2017 en que, en el mes de abril, Puy du Fou abría sus puertas con el buen tiempo. Y volví a visitarlo tras muchos años. La grandiosidad, los edificios, los espectáculos, las historias, los efectos especiales. La realidad que allí se palpaba y la belleza me dejaron impresionado, así como el impacto a nuestros estudiantes.

Pues he aquí, cuando veo que el Puy Toledo es una realidad, pienso que, como dijo la profesora Rolin, cuando esta Navidad le comuniqué la noticia del Puy du Fou en Toledo: «No podía imaginar que entre la Vendée y Toledo existiese un cordón umbilical tan duradero y de tanta calidad».
Hago mías sus palabras. Jacqueline siempre me decía, «cuando me jubile, me gustaría vivir en un rincón del claustro del monasterio de San Juan de los Reyes».
Apoyo incondicional
No podría dejar de mencionar aquí el apoyo incondicional que nuestros intercambios han recibido de nuestros directores. A saber, Sebastián Villalobos Zaragoza, director del Colegio Nuestra Señora de los Infantes de Toledo y Céline Germouty, directora del Lycée Notre Dame de Fontenay le Comte. Así como a mis compañeros de andaduras, profesores de francés: Beatriz Alba Benayas, Antonio de la Cruz Rufo, y Julie Mignon, Pauline Blaineau y Charlotte Lange, profesoras de español del centro Notre Dame, entusiastas docentes y amigas para siempre.
Qué alegría para Toledo, Castilla la Mancha y España hacer nuestro este parque maravillosos, sin igual. Y lo afirmo sin ningún afán interesado. Hablo con la experiencia de 30 años siendo medio «vendean».
Qué lujo de construcciones, actores, bailarines, historias, efectos, música..y aquí, una vez más, la posibilidad de haber compartido con orquestas y coros europeos la grabación de parte de la banda sonora del parque, varias escenas musicales a cargo de «Los seises de Toledo» y el coro juvenil, ambos del Colegio de Infantes. Estos niños cantores han tenido la oportunidad de pasar a la historia con su aportación vocal.
Este escrito responde a la conversación que tuve con el responsable del Puy du Fuy Toledo, Erwan de la Villéon, durante la grabación de la parte de coro de voces blancas en la capilla de Reyes de la catedral hace unas semanas, en presencia del compositor, el simpatiquísmo suizo Natham Stornetta.
Para terminar, desde el sentimiento, mi felicitación a la dirección y equipo de Puy de Fou Francia/Toledo por dar esta magnífica oportunidad a Toledo, con su historia, a nuestra región y a España. No sólo por las ventajas económicas y turísticas que el parque creará sin ninguna duda, sino también por que ahonda en nuestra historia toledana y española, en su universalidad, dándola a conocer al mundo, con ese Toledo inmenso como telón de fondo.
Felicitación también a nuestros responsables políticos que, a pesar de las dificultades, han sabido gestionar adecuadamente para no perder esta gran oportunidad.
Y finalmente, este parque, nada que ver con otros infantiles, demodés o raquíticos. El Puy de Fou es espléndido, grandioso, real, no es ficción. Es nuestra historia, contada con pasión, veracidad, sentimiento. Feliz inauguración del parque, que incremente sus espéctaculos en cantidad y calidad y Toledo sea una referencia mundial, aún más si cabe, de su glorioso pasado.
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