La escuela taurina de la Diputación retoma su actividad en la plaza de toros de Toledo

La escuela taurina «Domingo Ortega» de la Diputación de Toledo ha retomado esta semana su actividad en la plaza de toros de la capital regional después de más de tres meses de obligado parón por el coronavirus. El gran incentivo para los alumnos en esta vuelta a las aulas son tres clases teórico-prácticas con los matadores Eugenio de Mora (el pasado lunes), Víctor Mendes (el 4 de julio) y Álvaro Lorenzo (11 de julio).

Además, el 18 de julio está prevista una clase práctica con la participación de otras escuelas taurinas, como son las de Pepino, Albacete y Guadalajara. Asimismo, la intención es que las clases prácticas se extiendan este verano por el resto de la provincia . El alcalde de Illescas, José Manuel Tofiño, ya ha mostrado interés.

El vicepresidente de la Diputación, Fernando Muñoz, explicó este martes que en estos meses de estado de alarma se ha aprovechado para adaptar las instalaciones de la plaza a la escuela. Por ejemplo, se han habilitado vestuarios y taquillas para los alumnos, aparte de una zona donde practicar con los trastos cuando el mal tiempo impida utilizar el inmenso ruedo (uno de los más grandes de España, con 60 metros de diámetro). También se ha llenado el coso de cartelería que hace referencia a la escuela y en la grada se ha reservado un espacio a los chavales para cuando se celebren festejos.

Una comisión mixta, integrada por la Diputación y la comunidad de propietarios de la plaza, será «el órgano encargado de dirigir y supervisar el funcionamiento del que va a ser el nuevo modelo» de escuela, afirmó Muñoz. «Queremos convertir esta escuela taurina en una escuela del siglo XXI, donde, además de girar alrededor del mundo del toro, también sea un instrumento de formación complementaria e integral de los alumnos», añadió. Se está ultimando el programa educativo del próximo curso y se ha elaborado un reglamento de funcionamiento con un régimen disciplinario.

La Diputación anunció en octubre de 2019 el traslado de la escuela, que en ese momento contaba con 28 alumnos, desde la finca de La Bastida a la plaza de toros. Este martes el presidente de la comunidad de propietarios, Eduardo Martín-Peñato, aseguró: «Desde el primer momento apoyamos el proyecto y estuvimos seguros de que ganaba la escuela taurina utilizando nuestras instalaciones y, sobre todo, también ganaba la plaza ganando ambas visibilidad».