Un desprendimiento de rocas obliga a cortar al tráfico el tramo entre los puentes de Alcántara de la carretera del Valle
Tampoco se permite el tránsito de peatones
Varias piedras de pequeño tamaño se desprendieron este sábado por la mañana del talud comprendido entre el puente de Alcántara antiguo y el nuevo . La suerte quiso que, en ese momento, ningún vehículo circulara por la zona y tampoco transitara ningún peatón.
Tras conocer la noticia, la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, se trasladó a la zona para supervisar la inspección técnica realizada por los bomberos del Ayuntamiento. La regidora estuvo acompañada por el concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Juan José Pérez del Pino.
En la intervención también colaboraron agentes de la Policía Local que tuvieron que han cortado al tráfico el tramo de carretera comprendido entre el puente de Alcántara histórico y el puente nuevo. Esta medida también afecta al tránsito de peatones como medida de prevención y seguridad.
Tal y como ha avanzado Tolón, una vez emitido el informe técnico se llevarán a cabo las labores de consolidación del talud necesarias, como ya se está actuando en otros tramos, por ejemplo, de la senda ecológica con la instalación de mallas de sostenimiento y barreras dinámicas de impacto, o se actuará en los taludes del Paseo de la Rosa, un proyecto actualmente en licitación pública.
Durante la clausura de este tramo de la carretera del Valle los vehículos que se dirijan desde esta vía hacia el barrio de Santa Bárbara, el Castillo de San Servando o el Hospital Provincial, deberán tomar el puente nuevo de Alcántara hacia avenida de Castilla-La Mancha, Puente de Azarquiel, Paseo de la Rosa y Cuesta de San Servando.
Por su parte, los peatones podrán realizar este tramo por el sendero paralelo que transcurre a orillas del río Tajo y atraviesa el Puente de Alcántara por uno de sus ojos laterales o aliviadero, es decir, por la senda ecológica.
Da la casualidad de que el pasado 25 de diciembre, justo en frente del suceso de ayer, un desprendimiento de piedras de grandes proporciones obligó a cortar otro tramo de la senda ecológica de la ciudad de Toledo entre el Puente de Alcántara y la Casa del Diamantista.