Denuncian los perjuicios de un jardín plantado por un particular en terreno del Ayuntamiento

Varias vecinas de la zona del Corralillo de San Miguel llevan meses denunciando en el Ayuntamientos los diversos problemas y complicaciones que les ocasiona la plantación, durante los últimos años, por parte de un vecino de su particular jardín pero, y es la noticia, en una zona de suelo público . Pérdida de las vistas que tenían cuando adquirieron los pisos, suciedad e incluso la aparición de alguna rata son parte de los problemas denunciados, pero a los que el Ayuntamiento no ha dado aún ninguna solución.

El caso de Beatriz Bermejo tiene que ver con el valor paisajístico, algo nada desdeñable en una ciudad como Toledo. Ella compró su piso en la calle Corralillo de San Miguel hace ocho años y entonces disfrutaba desde todas sus ventanas de unas impresionantes vistas al Tajo, a la zona del Valle y a la Academia de Infantería. Pero a día de hoy, lo que era un excelente despertar o una visión única a cualquier hora se ha tornado desde hace un tiempo en un bosque de ramas de los árboles plantados justo enfrente por un particular en un trozo de terreno de propiedad municipal, como el propio Ayuntamiento ha reconocido.

Esta persona, que además vive unas calles alejado de ese lugar, se ha encargado durante los últimos años de plantar por su cuenta árboles y otra serie de plantas hasta formar hoy día todo un entramado verde, aunque sin los cuidados que serían necesarios, como por ejemplo los de poda.

La vecina afectada ha puesto el caso en conocimiento del Ayuntamiento en varias ocasiones, pero siempre con resultado negativo. Llama la atención que el Ayuntamiento reconozca que ese terreno es de su propiedad, pero sigue sin tomar ninguna determinación respecto a las denuncias planteadas.

El último escrito de Beatriz Bermejo al Consistorio es de mayo de este año, y en el mismo se insiste en relatar todo el proceso de crecimiento de un jardín plantado por manos privadas en un suelo público. Cita en ese escrito los intentos infructuosos de llegar a un acuerdo con la persona que ha plantado este jardín, algunas de cuyas respuestas, según manifiesta la vecina, son del tipo «tener vistas es un capricho mío» o que «mi vivienda también le tapa a él las vistas cuando trabaja en su jardín».

Beatriz Bermejo precisa incluso que solo quiere la poda del gran almendro que ha crecido delante de su casa, heho que considera que reduce el valor de la vivienda al no disponer de unas vistas al Valle que al comprarla sí tenía . Ante esta situación, solicita que «se tomen las medidas oportunas y se permita la poda de un árbol que ha sido plantado de forma ilegal en terreno municipal», y que «la poda de dicho árbol debería ser realizada por el Ayuntamiento, ya que se trata de un terreno municipal».

Pero no es el único vecino descontento con la situación. Antonia Alonso también ha manifestado a este periódico sus quejas por la suciedad y problemas que genera, incluida la aparición de ratas, este jardín tan particular. En su caso, uno de los árboles le ocasiona problemas en el tejado de su vivienda, pero también llama la atención de la necesidad de desbrozar y limpiar el jardín, aunque el vecino que lo ha plantado al parecer no deja que nadie toque su particular plantación.

Antonia Alonso, que agradece el arreglo de la zona que hizo la anterior Corporación municipal con la colocación de empedrado, ya denunció la situación en el mes de enero y luego en mayo, solicitando que sean los operarios municipales los que intervengan, pero hasta ahora todo han sido intentos que no han tenido éxito.