TOLEDO

Una crónica autobiográfica entre bares y versos de «los mejores años de nuestra vida»

Manuel Palencia va a emocionar a toda una generación de toledanos con su libro ‘Bares para el recuerdo’. Un recorrido por locales míticos en tiempos de luz y curiosidad

Manuel Palencia, con la estatua de Cervantes, en el Arco de la Sangre H.FRAILE
Valle Sánchez

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Los bares han sido la excusa que el historiador y escritor toledano Manuel Palencia ha utilizado para armar un relato íntimo de su despertar, de sus vivencias y emociones en una ciudad de curas y militares que a finales de los años 70 abandonaba el sopor y la modorra. ‘Bares para el recuerdo’( Días de Vino y Rosas) incluye 28 crónicas literarias de locales , de las que 11 ya fueron publicadas en el suplemento cultural de ABC , y hace un recorrido por lugares legendarios en los que el autor, todavía aprendiz de la vida, compartió alegrías, aventuras, frustraciones e inquietudes artísticas hasta principios de los años 90.

‘La Chapi’, ‘El Bartolo’, ‘El Nido’, ‘El Macondo’, ‘El Tropezón’, ‘El Hogar obrero’, ‘Los Candiles’ o ’El Patio’ son algunos de los 20 bares de Toledo que bajaron el cierre hace tiempo y que renacen en el libro junto con otros de Cuenca, Ciudad Real y Guadalajara en la región, y de otros sitios como Mojácar, Benidorm, Águilas y hasta Tanger; todos ellos, lugares que, según explica a ABC Manuel Palencia , le marcaron en una época concreta de su vida y que ha querido recuperar. «Eran días en los que casi todo el mundo se conocía en Toledo, que se alternaba solo por el casco histórico, una época que vivimos los que hoy tenemos más de 50 años y en la que los bares eran las redes sociales de ahora, lugares en los que se hablaba de nuestros referentes culturales; conocíamos películas, autores, escritores, se hablaba de música, cine, de todo lo artístico que nos interesaba... y también se conocía gente, se alternaba, se jugaba al mus. Antes no quedabas con nadie, salías a la calle y sabías en qué dos o tres sitios podías encontrar a tus amigos. La tarde y la noche eran nuestras, nos gustaban las bibliotecas, los museos, pero también los bares. No sé si será mejor o peor que ahora, pero era distinto; las redes sociales nos ha individualizado, nos dan una falsa idea de que estamos relacionándonos y se está perdiendo el contacto físico y visual, nos han individualizado».

Antes, cuenta con nostalgia Manuel Palencia, «teníamos algo de inocencia e ingenuidad, era muy bonito; éramos más respetuosos, veníamos de una educación judeocristiana bastante férrea, de colegios franquistas de curas y monjas y eso se notaba; tenía sus cosas buenas, un bagaje cultural que se ha perdido y que era útil y práctico», aunque fueron años duros por las drogas, que marcaron a toda esa generación de toledanos y que afectó a todas las clases sociales porque, según dice, «era muy difícil escapar de aquello».

Esa época, con sus luces y sombras, es la que retrata en su libro Palencia, que esos días exprimía la vida en ‘El Bartolo’ , que fue su segunda casa en donde trabajó mientras estudiaba en la Universidad y se inspiraba con Edgar Allan Poe, Boris Vian, Milan Kundera o Jorge Semprún y se adentraba también en otros locales más desconocidos como el misterioso ‘Palacio Shankara’ en la calle Alfonso X el Sabio, o ‘El Garaje’, un lugar mítico y casi peligroso, con gente mayor y hasta delincuentes. Son esos días felices y extraños, de vértigo, de besos y desenfreno que se reflejan en estas 28 crónicas fascinantes que el autor remata con versos.

Y el libro habla de sus amigos, con los que descubrió el mundo y vivió aventuras existenciales: Lucía, Carlos, El Tiberio, Hermes, Modesto, Adolfo, Alicia, el Búho, el Lagartija o Jechi y Chirla , que ya no están, y a quienes dedica el libro junto a sus hijos Paola y Andrés, que sí están. Pero también tienen un hueco para grandes como el actor Paco Rabal o su amigo el trompetista Jerry González y otros personajes como Santi ‘el del Bote’ , rondando por Zocodover, o Lola, ‘La Buscapisos’ , un icono de aquellos años que aparece en una de las más de 140 fotografías que ilustran el libro, publicado por Almud Ediciones.

Las imágenes las ha recopilado gracias a periodistas, conocidos y amigos, como Eduardo Sánchez Butragueño , que le cedió la portada de ‘La ‘Chapi’, cuyo autor es Fernando Garrido, un detalle que conoció hace poco. También hay imágenes de las máquinas de música de los bares, los discos, las máquinas de pinball, portadas de libros, de discos y conciertos porque en el libro se habla mucho de literatura, pero también de música. Desde la magia de Antonio Vega sonando en ‘El Tierra’ pasando por Carlos Gardel, ‘los Chunguitos’, ‘The Cure’, los ‘Ramones’, los ‘Smith’, ‘Church’, ‘Psychedelic Furs’, ‘El Pecho de Andy’, ‘Motels’, ‘Chameleons’ o ‘Godfatherso’s. El libro tiene, además, una conexión a Spotify con cinco horas de la música en la que a través de un código QR se pueden leer los relatos escuchando su música.

Muchos toledanos se identificarán con esos días, con esas sensaciones, como la de escuchar a Golpes Bajos en el ‘Manhattan’, el local que montaron Manolo Partearroyo y Manel en los bajos del Miradero. «Y miras hacia a atrás, y piensas que fueron los mejores años de nuestra vida». No fueron malos tiempos para la lírica, al contrario, fueron de «vino y rosas».

El libro se presentó el jueves en la Real Fundación Toledo y, hoy, sábado, Manuel Palencia estará en Zocodover, en la Feria del Libro, a las 13:30, acompañado por la periodista María José Muñoz, subdelegada de ABC.

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