Las Carmelitas Samaritanas abren una tienda de dulces y artesanía en el Casco Histórico de Toledo
La comunidad se estableció a principios de 2020 en en la parroquia de San Julián
El pasado 30 de julio, las religiosas Carmelitas Samaritanas inauguraron su primera tienda física en Toledo, en la calle Ciudad, muy cerca de la catedral y el Ayuntamiento, en una de las zonas más turísticas del Casco Histórico. Esta congregación de monjas llegó hace menos de dos años a la ciudad de Toledo, en febrero de 2020, solo unos días antes del confinamiento, y se instalaron en la parroquia de San Julián , en la avenida de Europa. Hace unos días cumplían su sueño de poner en marcha este negocio local en el que venden todo tipo de dulces y productos artesanales elaborados por las monjas que la congregación tiene repartidas por España.
Felices en Toledo
En la tienda de Toledo también venden mazapán del convento de las Comendaras de Santiago, para ayudar a sus compañeras de clausura toledana. Así lo explicó a ABC la madre Fátima, la superiora en Toledo, que llegó de Pamplona para poner en marcha la comunidad en la ciudad. Feliz con el trabajo que realizan, que, según dice, «es una manera de dar testimonio, de demostrar que Dios te hace feliz y nosotras estamos encantadas».
La marca, ‘elbazardelconvento.es’ ya funciona con éxito en internet, en donde tienen numerosos seguidores en todas las redes sociales, pero en la tienda de Toledo se pueden adquirir también los productos, como las pastas y galletas de nata, de almendras, de vainilla y también de queso. Hay mermeladas, jalea, patés y botes de dulce de leche, pero también pates, jamones, chorizos y embutidos selectos de le empresa Rodríguez Sacristán, con quien colaboran . Y son especialistas también en cosmética natural, bálsamos y hasta barritas repelentes de mosquitos; trabajan también con consumibles y todo tipo de bordados litúrgicos que adquieren parroquias de toda España. La tienda de Toledo está abierta de lunes a domingo, excepto los miércoles, con horario de diez a dos y media y de cinco y media a nueve.
Toledo ha sido el último lugar al que han llegado estas monjas que en 2005 se asentaron en Valladolid, al antiguo convento de las Reparadoras en el Paseo de los Filipinos, y allí permanecimos hasta el 2016, que fue el año del despojo y del despegue.
En estos momentos son ya más de cuarenta hermanas repartidas en cuatro comunidades: Viana de Cega (Valladolid), Arrate (Guipuzcoa), Fuencisla (Segovia) y en la Parroquia de San Julián de Toledo y en el colegio de Nuestra Señora de Infantes.