Autorizan enterrar en Toledo el cadáver de Patricia Rosado tres días después de su hallazgo en el río Tajo
En realidad, ha sido depositado en un nicho provisional del cementerio municipal por si fuera necesario realizar más pruebas
La Policía Nacional asegura que están abiertas todas las líneas en la investigación
Con la presencia de varios familiares, el cadáver de Patricia Rosado Mateo, de 31 años, fue enterrado el domingo por la tarde en el cementerio municipal de Toledo, tres días después de que fuese descubierto flotando en el río Tajo a su paso por la capital de Castilla-La Mancha.
El juzgado que instruye las diligencias de este caso autorizó la inhumación, pero no ha permitido que los restos sean trasladados a la Comunidad de Madrid, donde vivió la víctima. Así, el cadáver ha sido depositado en un nicho de manera provisional por si los investigadores necesitasen realizar más pruebas.
El cuerpo de Patricia fue encontrado dentro del Tajo en la zona del Barco del Pasaje, cerca de la presa de la plaza del Diamantista, sobre las nueve de la mañana del jueves. Vestía una especie de traje de neopreno y el cadáver estado en un avanzado estado de descomposición. Tras su levantamiento, fue sometido a pruebas radiológicas en el hospital Virgen de la Salud de la ciudad durante horas. Los restos permanecieron en la sala de autopsias del cementerio hasta que el juzgado que instruye la causa autorizó su inhumación.
El caso está en manos de la Policía Nacional, desde donde se asegura que tienen «todas las líneas abiertas en la investigación».
Como adelantó ABC, Patricia desapareció en Madrid el pasado 10 de julio y al día siguiente un familiar formuló una denuncia en una comisaría madrileña. No obstante, la mujer ya había alertado de que estaba en peligro a través de un vídeo grabado y publicado por ella misma casi cinco meses antes, el pasado 27 de febrero. Patricia tenía pelo negro y rizado, ojos negros y medía 1,55 metros.
Visiblemente conmocionada, en la grabación aseguraba que «estoy luchando por mi vida, estoy intentando mantenerme viva». Tras contar que vivió en España durante 16 años, añadía que no la dejaban salir y tuvo que «coger un avión a Santo Domingo». El vídeo lo grabó durante su estancia en República Dominicana, su país, donde seguía «viviendo la misma situación» que en España. Sin embargo, debió de regresar a Madrid, pues fue en la capital donde se le perdió la pista.
«No sé lo que quieren hacer conmigo; intentan quitarme la vida por alguna razón que yo desconozco totalmente», llegó a decir. En el vídeo contaba que era vegetariana desde hacía ya tres años: «No sé si eso tendrá que ver con algo de lo que está pasando, pero Naciones Unidas no está haciendo nada para resolver mi problema, como con el tema de Venezuela». Relataba que no podía ni dormir, y pedía que se investigara y se averiguara lo que estaba pasando: «Que no se tenga en cuenta el color de mi piel», añadía.
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