Crisis del coronavirus
El arzobispo de Toledo ofrece la catedral para un gran funeral «nombrando expresamente» a todos los difuntos de la diócesis
Pide tener «especial atención» con los mayores, los más vulnerables durante la pandemia
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El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro , ha propuesto un funeral en la catedral por los muertos de la diócesis a causa del nuevo coronavirus.
En su escrito semanal, relata que muchas personas le han pedido que, cuando se pueda, se oficie en el templo privado un funeral donde «se nombre expresamente a todos los fallecidos», y también se agradezca el «servicio impagable» de quienes «se han desvivido hasta el final por sacar adelante» a los mayores y a los más vulnerables, informa Efe.
Cerro manifiesta que, ante la pandemia del Covid-19 que «tiene a toda la humanidad contra las cuerdas», «la gravedad del momento no solo son cifras de muertes, de contagios cada día y de muchos que han superado o están superando la enfermedad, sino el rostro concreto de tantas personas y familias, cuyo dolor es inmenso e inconsolable»,
Así, lamenta que « muchos de ellos han muerto en soledad , pero con la ayuda inmensa de un personal sanitario que nunca ha tirado la toalla ante situaciones que les desborda». Reconoce también que el personal que trabaja en residencias de mayores «está dando lo mejor que tiene, arriesgando su vida ante la falta de medios que no llegaban» e, incluso, «algunos de ellos también se han contagiado».
Cerro afirma que los mayores son la generación que más ha luchado por el estado de bienestar, por consolidar la convivencia democrática y «sin renunciar en ningún momento a tantos valores cristianos; adaptándose a las circunstancias y respetando a todos, con la sabiduría que da el haber pasado por muchos sufrimientos».
Por eso, lamenta que muchos se han ido sin poder despedirlos», sin más que «un sencillo responso en el cementerio con tres personas y el sacerdote, respetando toda la normativa sanitaria, y nada más».
Propone que en esa eucaristía en la catedral de Toledo se podrá « agradecer el servicio impagable a todos los que se han desvivido hasta el final por sacar adelante los mayores y a los más vulnerables».
Cerro también ha valorado la generosidad del personal sanitario, el «cuidado cariñoso en las residencias de mayores, la disponibilidad sin reservas del voluntariado cristiano y la paciencia de la inmensa mayoría, que se ha quedado en casa para frenar un gigante que nos desborda».
