El arzobispo de Toledo, contrario a aplicar «a tope» la ideología de género
En su artículo semanal cuestiona la asignatura «Igualdad» que la Junta podría poner en las aulas el próximo curso
En su artículo semanal titulado «Ideología de género», el administrador apostólico de Toledo, el arzobispo Braulio Rodríguez Plaza, se ha mostrado muy crítico con este tipo de planteamiento político y social que en este ámbito se pretende aplicar desde los distintos gobiernos. También cuestiona la oportunidad y procedencia de una posible asignatura llamada «Igualdad» que la Junta de Comunidades podría llevar a los colegios el próximo curso 2020-2021. «Me parece equivocado pensar que la igualdad entre hombre y mujer consiste únicamente en desplegar la ideología de género y cuanto de esa ideología surge» y «Hay que seguir luchando con todas nuestras fuerzas para rechazar y anular toda discriminación de la mujer, y el machismo y la violencia doméstica contra la mujer» son algunas de las reflexiones de este artículo del arzobispo que a continuación publicamos en su integridad:
«Existe en España una preocupación creciente ante la ola salvaje de muerte de mujeres a manos de sus maridos, exmaridos, de hombres con los que formaban parejas o estaban a punto de separarse por medio del divorcio, o sencillamente alejamiento de ellos. Es razonable esa inquietud y preocupación en España y en Europa, pues es intolerable e inaudito esa violencia contra las mujeres que lleva a su muerte .
Este es, por ello, un problema, que supone un drama y verdaderas tragedias. Deriva, entre otras raíces, de una evidente falta de elemental formación de lo que es la sexualidad humana , el amor conyugal y lo que constituye un matrimonio. Toda lucha contra esta lacra es poca . Por otro lado, todos estamos preocupados por conseguir la igualdad entre mujer y hombre.
Nuestras autoridades, parlamentos regionales y el Parlamento de España legislan, hacen campañas en favor de la igualdad y se producen manifestaciones aquí o allí, declaraciones y jornadas. Los que formamos la Iglesia Católica en Toledo también luchamos y estamos de acuerdo con la igualdad entre hombre y mujer en tantos aspectos fundamentales de la vida humana.
Pero a mí me parece equivocado pensar que la igualdad entre hombre y mujer consiste únicamente en desplegar la ideología de género y cuanto de esa ideología surge. Esa no es la solución. No hace muchos días, por ejemplo, que se anunció por parte de una dirigente de gobierno de la Junta de Comunidades que el próximo curso 2020-2021 se implantará la asignatura «Igualdad» en las aulas de esta Autonomía, porque era la forma de luchar contra la violencia de género.
Cierto, en cursos anteriores se había implantado en algunos colegios e institutos (no tantos) de forma experimental y a petición propia. No sabemos cuál ha sido la evaluación de esa experiencia en Castilla-La Mancha. Creo que no se ha compartido dicha experiencia de nueva asignatura por los colegios e institutos que no la pidieron, con un evidente rechazo de la escuela concertada, de la Iglesia o de otras instituciones.
Pero la pregunta es: ¿es solución para conseguir la igualdad aplicar a tope la ideología de género? No, en absoluto . ¿Por qué, pues, los partidos políticos, salvo alguna excepción hablan de género, de ideología de género como solución única a todos los problemas de desigualdad entre mujer y hombre? Es curioso: Partidos de la izquierda clásica, los de inspiración neomarxista ; algunos partidos de derecha, centro derecha y otros centros imponen o mantienen todo tipo de ideología de género, en algunas autonomías con leyes concretas en enseñanza y sanidad.
¿Por qué esa solución no conseguirá la igualdad entre los sexos? Porque no aceptan que el ser humano es mujer y hombre . Por eso rechazan el sexo y recurren al género, de manera que, según esta extendidísima teoría o ideología, no hay diferencia de sexo . La división en sexo masculino y femenino, afirman los partidarios de esta ideología, es meramente cultural, una construcción interesada y que no responde a la realidad, porque ellos afirman que cada uno puede escoger un sexo en el género que desee. Y lo demás son clasificaciones interesadas de los que han mandado siempre: los hombres, el varón que discrimina y atenta contra la libertad.
De modo que los partidos neomarxistas, por ejemplo, han mutado: de la lucha de clases en favor del proletariado, están ahora en la lucha de género, siendo la mujer el nuevo proletariado. ¿Y no ven que, aunque se luche denodadamente por la igualdad esencial entre mujer y hombre siguen existiendo diferencias normales entre mujer y varón? No lo ven, o no lo quieren ver. En su horizonte no existe complementariedad entre mujer y hombre.
Tampoco ven que en esa lucha porque se alcance la verdadera dignidad de la mujer (y del hombre) deben cooperar ambos sexos.
He aquí una especie de misterio inexplicable en aquellos que sólo ven género y no sexo. ¿Cómo habrá familia, pues? Pues así estamos . Sin embargo, hay que seguir luchando con todas nuestras fuerzas para rechazar y anular toda discriminación de la mujer, y el machismo y la violencia doméstica contra la mujer. Ahí estamos y queremos seguir este propósito.
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