Agua fresca de la Virgen del Sagrario para miles de toledanos

A la misa oficiada por el arzobispo en la catedral ha asistido el presidente regional, Emiliano García-Page

El arzobispo de Toledo sontríe en el claustro de la catredral junto a Page y Tolón mientras Gutiérez bebe del botijo ABC

ABC

Un año más, los fieles toledanos han abarrotado la catedral primada para asistir a la misa de pontifical oficiada por el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, en honor de la Virgen del Sagrario, patrona de Toledo y cuya festividad se celebra este jueves en la ciudad.

El arzobispo primado, que en su homilía ha subrayado que «es necesario como el beber vivir la fe frente a la cultura agnóstica », ha acompañado posteriormente a los representantes políticos presentes a renovar en el claustro catedralicio la tradición de beber del agua de los botijos del agua de la Virgen del Sagrario , que la leyenda dice ser milagrosa.

Muchos se llevan a casa agua del claustro en botellas, como la mujer de la imagen CMM

Así pues, tras multitudinaria misa, en la que el prelado ha pedido en varias ocasiones silencio a los presentes , y la procesión de la imagen de la Virgen por las naves del templo primado, don Braulio ha entrado en el claustro para beber del botijo , momento que, como todos los 15 de agosto toledanos, han captado numerosas cámaras. También estaba presesente en esta tradición el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ; la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón , y el presidente de la Diputación, Álvaro Gutiérrez , entre otros representantes políticos, que han dibujado una escena distendida en conversación con el arzobispo, como muestra la imagen.

Mientras, y tras los oficios litúrgicos, cientos de toledanos aguardaban a beber del agua de la Virgen en el claustro para refrescarse también dado el calor que este jueves se registra en la capital de Castilla-La Mancha, una fecha señalada en el calendario de la ciudad de Toledo, que celebra su Feria y Fiestas de Agosto. Los toledanos viven con intensidad y fervor la fiesta de su patrona, en medio del fervor religioso, y recordando la leyenda que atribuye efectos milagrosos al agua de la Virgen , cuya imagen se remonta a principios del siglo XIII.

El precioso claustro de la catedral de Toledo, escenario de la tradición L. Ginés

La costumbre de beber agua de los botijos nació en el siglo XVII, cuando, finalizadas las obras de la Capilla de la Virgen del Sagrario, se realizaron ocho días de fiestas en acción de gracias y que por el excesivo calor llevó a las autoridades eclesiásticas a ofrecer el agua fresca de los depósitos catedralicios.

El arzobispo y García-Page beben del botijo, junto a una sonriente Tolón JCCM
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