Acaba detenido por conducir con el permiso suspendido por un juez, negarse a la prueba de alcoholemia y golpear a los agentes
El coche, en el que viajaban seis personas, circulaba por Toledo con la ITV caducada, sin seguro y con el paragolpes delantero caído
«No es tener mala suerte; es un auténtico propósito de despropósito». Con ese juego de palabras, la Policía local de Toledo ha tratado de resumir, en su cuenta de Facebook, una de sus últimas actuaciones en el puente de la Constitución que acabó con la detención del conductor de un automóvil.
Ocurrió el domingo, sobre las nueve y media de la mañana. Un viandante informó a una patrulla de la Policía local que un vehículo, un Citroën Xsara Picasso de color rojo, circulaba por las inmediaciones de la calle del Marqués de Medigorría de una manera irregular y con el paragolpes delantero caído.
Los agentes localizaron el vehículo en la avenida de Barber y, al percatarse de la presencia de los policías, el turismo se detuvo en el margen derecho del carril. Se bajaron cinco ocupantes y el conductor, que presentaba signos de haber consumido alcohol.
Se le informó entonces de que debía someterse a las pruebas de alcohol, pero se negó rotundamente y profirió insultos a los agentes, que realizaron unas averiguaciones. Entonces supieron que el hombre, un rumano de 24 años, conducía con la suspensión temporal del permiso por resolución judicial.
Ante esa circunstancia, se le informó de que iba a ser detenido y el joven reaccionó de una manera violenta: dio patadas contra los agentes y el vehículo policial. Aunque se resistió fuertemente a la detención, acabó arrestado. El automóvil, además, tenía la ITV caducada y circulaba sin seguro, según han informado a ABC fuentes policiales. El vehículo fue retirado por la grúa municipal.