ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA

Del tiempo y sus caminos (42): Acumulando vida

«Sí, el ser amado nos hace imprescindibles»

POR BEATRIZ VILLACAÑAS

El tiempo no para jamás mientras vivimos y nos lleva con él a lo largo del camino de la vida. Vamos cumpliendo años y, a partir de cierta edad, la rapidez con la que esto va sucediendo puede incluso asustarnos. De ahí las frases como 'Tempus fugit' o 'El tiempo vuela'. Vamos acumulando años de la mano volandera del tiempo, pero existe algo que nos salva y redime del miedo de cumplir años con una rapidez que puede parecer vertiginosa. Y esto es saber y sentir que, más importante y fundamental que acumular años es acumular vida . Vivir la vida en plenitud, asidos al amor, a la verdad, a la justicia, a la belleza, es fructífera experiencia con la que, más que acumular años, acumulamos vida.

Una vida productiva basada en el bie n , en el sentido de la trascendencia hace rica nuestra andanza vita l , sin que esto tenga nada que ver con el materialismo, pues es riqueza basada esencialmente en lo que nosotros mismos damos, la riqueza que nos da el amar y dar amor. Junto con amar, el ser amados nos hace ricos en vida acumulada. Respecto a la frase, tan repetida, con la que se nos dice 'nadie es imprescindible', hemos de creer que así es respecto al mundo, mas, sin embargo, quienes forman parte esencial de nuestra vida, quienes amamos, son imprescindibles para nosotros. Habrá quien diga que no es así porque, aunque quienes amamos se vayan de esta vida 'la vida sigue'. Pero la realidad es que, aunque la vida siga, en nuestra vida, con la marcha del amado de este mundo, hay un antes y un después , una vida que sigue pero ya no sigue igual. Y, aunque el dolor nos haga tanto daño, puede, no obstante, aumentar nuestra fe y darnos la esperanza de un reencuentro en la eternidad. Sí, el ser amado nos hace imprescindibles. Con el amor, amando y siendo amados, acumulamos vida. Una vida en la que, junto con el amor, estamos, como decíamos antes, asidos a la verdad, a la justicia y a la belleza, una vida productiva basada en el bien, es una vida rica , vida acumulada más allá de los años que vamos cumpliendo.

Con estos versos, parte de un poema que escribí a quien cumplió noventa años, celebro la grandeza que es acumular vida y su vida acumulada:

Estas palabras te escribo

celebrando tus noventa,

pues celebro el fruto vivo

que tu actividad fermenta.

Los años que, acumulando,

vamos desde el nacimiento,

si dan frutos en su centro

nutren vida y dan aliento.

Tú has acumulado vida

con tu obra y tu labor.

Yo le digo “bienvenida”,

arte nutrido de amor.

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