Fotoversos

Por Jesús Maroto y Jesús Guío

Jesús Guío

Se pierden cosas.

Algunas de andar por casa.

No sé; unas tijeras.

Un número de teléfono.

Las pinzas de la ropa.

El betún de los zapatos.

Las gafas de cerca.

Los libros que prestamos.


Pero también se pierden

emociones, sentimientos.

Parte de lo que somos.

La amistad, por ejemplo.

O esa forma de amar

que nos define

como al paisaje la aurora.

O la esencia

con tan sólo abrir la boca.

Entonces, sin darnos cuenta,

la soledad-siempre al acecho-nos rodea.

Y nadie escucha lo que decimos.

Nadie lee lo que escribimos.

Nadie nos acoge.

Nadie nos alienta.


Aunque,

peor

es perderse

en uno mismo

y no parar

de dar

vueltas.


Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación