Martín Sotelo - ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA: HACERSE EL VIVO

Este placer de alejarse

«Porque el sueño, una vez realizado, se vuelve atrezo sobrante de un teatro olvidado y viejo, un tren que pasa tan rápido que ni lo vemos«

POR MARTÍN SOTELO

De pequeños nos íbamos al campo a cazar conejos. Y aunque nunca cazamos ninguno, ni lo intentamos, la noche anterior uno era feliz preparando la mochila, revisando la presión de las ruedas de la bicicleta y pensando en volver a casa con un par de conejos, uno en cada mano, para enseñárselos a tus padres: «Ya tenemos para comer». En una de esas excursiones , un día en que nos adentramos por el camino de Toledo , nos topamos con unas gigantescas obras entre Esquivias y Yeles . Preguntamos a los trabajadores de qué iba aquello, si estaban construyendo una carretera o qué. Una vía férrea, nos informaron. Un tren. Por allí pasaría un tren. Un tren hacia dónde. Hacia Sevilla. Para cuándo. Para la Expo. Un AVE. Un tren que batiría el récord de velocidad alcanzando más de 350 km/h.

Cada pocos días, por las tardes tras salir de clase y en los meses de verano, volvíamos para ver cómo progresaba, montar en apisonadoras y excavadoras , charlar con los trabajadores, comer con ellos cuando hacían un descanso, e incluso podría asegurar que alguno de los remaches de los rieles que hoy forman el tramo ferroviario Madrid-Sevilla lo pusimos nosotros. Volvíamos a casa sintiéndonos importantes, como si también nosotros participáramos de la construcción de aquella vía férrea , por la que pasaría el tren más rápido de la historia. No podía evitar una sonrisilla de orgullo cuando por la siesta veía aquellos trenes antiguos, destartalados y humeantes de las películas del oeste. Dentro de poco, cerca de mi pueblo, pasaría un tren que dejaría a aquellos otros con la boca abierta. Un tren moderno, y rápido. El más rápido. En la cama, por las noches, no podía dormir imaginándome las vías a esas horas de la madrugada , solitarias, sumidas en la oscuridad, y un tren majestuoso surcando paisajes conocidos para llevar a cientos de viajeros hacia destinos lejanos. Y una y otra vez se me venían a la mente los versos de un poema de Machado que habíamos estudiado hacía poco en clase: ¡Este placer de alejarse! / Londres, Madrid, Ponferrada, / tan lindos... para marcharse. / Lo molesto es la llegada.

Y llegó el gran día . El día de la inauguración. Como no sabíamos a qué hora pasaría, nos fuimos muy temprano, no nos lo fuéramos a perder. Y allí que nos plantamos , en un terraplén bajo los olivos, con nuestras fiambreras, todos mirando a la derecha , deseando ver aparecer el morro del tren. Y cuando al fin apareció, ni nos dimos cuenta. Pasó tan rápido que nuestras cabezas giraron de derecha a izquierda sin ver nada . Tras unos minutos de confusión, cogimos nuestras fiambreras vacías, montamos en la bicicleta y emprendimos el camino de vuelta, en silencio. Sólo al cabo alguien se atrevió a decir: «¡Ha pasado a toda hostia!» . Como una centella, pensé yo, recordando el poema de Machado. Y otro contestó: «¿Qué esperabas, que se detuviera delante de nosotros y nos saludaran con la manita?». Sí, aunque no lo dijéramos, eso era lo que todos habíamos esperado.

Fue entonces cuando comprendí la fugacidad de los sueños . Y que es mucho más importante tenerlos que verlos realizados. Porque el sueño, una vez realizado, se vuelve atrezo sobrante de un teatro olvidado y viejo, un tren que pasa tan rápido que ni lo vemos. Descubrí también cómo no hay imaginación que no arregle una realidad trunca. Cuando mi madre me preguntó qué, ¿lo habéis visto?, ¿es bonito?, contesté que sí, mucho, que ni podía imaginárselo, tan grande, tan rápido, tan silencioso, qué suerte tenían los que viajaban dentro. Ya irás tú dentro algún día, me dijo mi madre. Por eso, cuando ya adulto viajé por primera vez en el AVE Madrid-Sevilla , a su paso entre Yeles y Esquivias miré hacia el terraplén bajo los olivos y saludé con la mano a los niños que allí estaban , sentados con sus fiambreras, las bicis tiradas al lado, girando velozmente la cabeza.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación