Diario de un jubilado en Nueva York (10): Ser de barrio

¿Qué le hace a uno ser vecino de un barrio?, ¿que un perro te reconozca cuando pasas a su lado? , ¿que el cartero te salude al verte por la calle y te diga que tienes un paquete?, ¿que la viejecita de la esquina te pida que le ayudes con la bolsa de la compra, o que en el supermercado recuerden el tipo de cerveza que te gusta? ¿Eres más vecino porque recuerdas tormentas, nieves que borraron caminos , lluvias que anegaron tu alma o al magnolio de la casa con fachada de ladrillo marrón, verjas y escaleras que al llegar marzo se llena de flores e iluminan la calle? ¿Porque recuerdas rostros que se fueron, cuerpos que entraron en tu vida, que se sentaron en tu mesa , que compartieron sus penas y sus alegrías? ¿O te sabes de memoria cómo están colocados los libros en la Biblioteca, los almendros o las lilas o las rosas en el Botánico, los cuadros de pintores españoles en el Museo o te es familiar el tañido de las campanas de una de las iglesias cuando suenan a la hora del Ángelus? ¿O tal vez porque reconoces tu firma en el libro de votantes en elgimnasio de la escuela pública donde has ido a votar tantos años? ¿Tal vez porque recuerdas el frío que como un cuchillo te corta la mirada y te llena de angustia el corazón cuando sales a la terraza a ver los fuegos artificiales con ese miedo al año que comienza? ¿O quizás porque nunca olvidarás aquella mañana luminosa de un once de septiembre que desde la terraza viste como dos aviones se estrellaban con dos Torres que se desplomaban llevándose en su caída miles de personas? Hoy me siento más del barrio, de este «bruklin» donde he vivido casi cuarenta años a tu lado , porque el «alcalde » del barrio, Eric L. Adams, un afroamericano que sonríe dulcemente en una postal que me ha mandado, me felicita por mi cumpleaños, no importa que todavía falte más de un mes . Es una postal para «seniors», es decir para viejos, en la que me invita a que comparta mis fotos del cumpleaños con los «Booklynites». La postal, redicha en el diseño , de literatura de postal de Hallmark y bien aprovechada me desea que el día de mi cumpleaños sea la culminación de un «wonderful yesterday a fantastic today, and an awesome tomorrow». Con estos deseos de felicidad para el pasado, presente y futuro y la posibilidad de mandar mis fotos de cumpleaños a una página web, no es extraño que algunos viejos enmarquen la postal, que viene «firmada» por el jefe y se la enseñen a los nietos con orgullo. Aunque lo que Mr. Adams desea en realidad es nuestro voto .