Los vecinos de la calle Río Yedra piden a las puertas de Gicaman viviendas dignas
Denuncian desperfectos derivados de la ocupación de garajes, la prostitución y la droga y demandan soluciones a la Administración
Olga Ávalos, de IU, dice que «no lo es lo mismo ocupación que delincuencia»
Una treintena de vecinos de las 158 viviendas de la calle Río Yedra de Toledo se han concentrado a las puertas de la sede Gicaman -empresa encargada de la Gestión de Infraestructuras de Castilla-La Mancha- para exigir soluciones para tener una vivienda digna. Olga Ávalos, responsable del Área de Vivienda de Izquierda Unida Castilla-La Mancha, ha acompañado a los vecinos reunidos por la Plataforma por el Derecho a una Vivienda Digna en Toledo en sus reivindicaciones y denuncias por el abandono que están sufriendo 98 personas, que viven en la urbanización de Río Yedra desde el año 2016, por parte de Gicaman y de la Junta de Comunidades. «Eso a pesar de los constantes escritos y denuncias enviadas a las entidades competentes», afirma IU en un comunicado.
En este sentido, y puesto que los residentes afectados por los desperfectos derivados de la ocupación de garajes, la prostitución y la droga demandan a la Administración la garantía del derecho a vivir dignamente y en una comunidad de vecinos en condiciones, Olga Ávalos ha querido distinguir entre «ocupación y delincuencia» porque «hay personas que no pueden pagar el alquiler (se llegan a pagar alquileres de hasta 600 euros) pero mantienen sus viviendas y no hacen daño a la sociedad».
La responsable de Vivienda de Izquierda Unida de Castilla-La Mancha ya que, recuerda, «estos pisos se están cobrando a precio de mercado, no son alquileres sociales», por lo que hay familias «con problemas que se ven abocadas a no poder hacer frente al pago», ante lo que «la administración debe aportar soluciones, que las hay, es cuestión de prioridad y de voluntad pública». Porque, señala, «aunque hay delincuencia y problemas de drogadicción, no lo generan la mayoría», sino que se debe a que «en su momento el Gobierno regional no solucionó este problema y ahora se ha creado un gueto en torno a personas que tienen problemas en lugar de asignar las viviendas a las personas que formaban parte de la lista de adjudicación».