Juan Meneses Revenga - Opinión

Tourists, go home? o tourists, welcome!

En lo que respecta a la ciudad de Toledo, en mi opinión, también es un ejemplo de turismofobia la desidia por parte de algunos operadores en el trato al turista y en la promoción turística desde las premisas erróneas de la «clientela-cautiva» o de «Toledo se vende solo»

Por JUAN MENESES REVENGA

El pasado día 14 de febrero asistí con gran interés a la Jornada organizada por la Real Fundación de Toledo, la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo y la Empresa Municipal de la Vivienda acerca de «La vivienda de uso turístico» , un tema de enorme repercusión para la ciudad de Toledo, que fue introducido de manera clara y amena por el arquitecto Carlos Hernández Pezzi .

No es objeto de estas líneas entrar en el debate sobre los efectos que tiene y tendrá el inevitable impacto de la revolución de la «economía de plataformas»sobre la competencia en el mercado del alojamiento, de igual forma que lo está haciendo sobre otros sectores, como el empleo por cuenta ajena en el reparto a domicilio, o el transporte público en taxi, de candente actualidad.

Lo que sí quisiera es recuperar una interesante idea aportada durante el debate de la Jornada por Almudena Cencerrado , de la Confederación Nacional de Guías de Turismo, como es la turismofilia , una filosofía que es muy necesaria ahora que, por desgracia, se está poniendo de moda un movimiento de turismofobia, en protesta contra la gentrificación y la turistificación.

Con todo, los eslóganes y pintadas de «Tourists, go home!» con los que algunos grupos violentos reciben a los turistas en algunas ciudades -no en Toledo, afortunadamente- son solo una muestra de esa fobia al turismo , que también se manifiesta de otras variadas formas.

En lo que respecta a la ciudad de Toledo, en mi opinión también es un ejemplo de turismofobia la desidia por parte de algunos operadores en el trato al turista y en la promoción turística desde las premisas erróneas de la «clientela-cautiva» o de «Toledo se vende solo».

Y también lo es la hostilidad que supone que los grupos de turistas que transitan la calle del Comercio entre las 10 y las 11 de la mañana tengan que sortear camiones de reparto, que corren desenfrenados en horario de carga y descarga para llegar a tiempo antes de la subida de los pivotes (mientras que esa misma calle está desierta a las 7 de la tarde).

Y, por supuesto, tampoco es muy «touristfriendly» el estado en que se encuentra la pavimentación de algunas zonas del Centro Histórico, cuyas deficiencias no solo dan una mala imagen de la ciudad, sino que afectan a la seguridad de los viandantes, sobre todo en las calles que continúan la entrada de turistas desde las escaleras mecánicas de La Granja-Recaredo.

En cualquier caso, me gustaría aportar modestamente algunas ideas sobre cómo integrar la deseable coexistencia entre los visitantes y los residentes y armonizar sus respectivos intereses sin merma de la identidad de nuestra ciudad, con el ejemplo de tres iniciativas en cuyo impulso participé personalmente:

La primera de ellas es la integración de las asociaciones vecinales y culturales del Centro Histórico en un Foro Local del Patrimonio, auspiciado por la Red AVEC ( Alliance de VillesEuropéennes de Culture ),dentro del Programa «Ecos Ouverture», un proyecto europeo que desarrolló la Empresa Municipal de la Vivienda de Toledo en 1999 con Carlos Corroto como gerente.

Con este tipo de iniciativas los representantes vecinales y culturales de la ciudad no solo pudieron expresar mediante reuniones periódicas sus inquietudes ante los responsables políticos, sino también compartir experiencias con los representantes de otras ciudades europeas de similares características patrimoniales, culturales, e históricas, y, por ello, afectadas por una similar problemática respecto a sus flujos turísticos.

La segunda iniciativa de interrelación de turistas y residenteses la celebración de los Concursos de Patios de Toledo, una actividad que promueve la Asociación « Amigos de los Patios de Toledo», con el apoyo inicial del Consorcio de la Ciudad de Toledo durante la gerencia de Gervasio Fernández, que este año celebra su vigésimo aniversario de certámenes, y que desde entonces viene logrando que durante la Semana Grande del Corpus Christi los propietarios abran las puertas de sus viviendas para mostrar a residentes y turistas los Patios de Toledo , el corazón de sus casas.

En este punto reitero -como siempre que tengo ocasión-, mi agradecimiento a los propietarios de las casas-patio que participan de manera desinteresada en el certamen, y, a la vez, hago un llamamiento a los propietarios de los, al menos, cinco o seis edificios dedicados a uso turístico (con magníficos patios recién rehabilitados), para que abran también sus puertas y muestren sus patios a los residentes y a los visitantes.

Y el tercero es la estrecha relación entre turistas y residentes medinate los intercambios de visitantes entre las ciudades hermanadas con Toledo , principalmente Agen (Francia), Aquisgran (Alemania), Toledo-Ohio y Corpus Christi (EE.UU.), promovidos por la Asociación para las Relaciones Interciudades«Alfonso X el Sabio», que se ocupa de mantener relaciones sociales y culturales con nuestras ciudades hermanas de forma permanente.

Aprovecho también para invitar a los lectores a que asistan a la exposición conjunta de tres pintores de la ciudad francesa de Agen, que abrirá al público el próximo día 1 de marzo y hasta el día 24 del mismo mes en el centro cultural San Marcos.

Volviendo al tema de la Jornada, considero que, pese a los retos que las viviendas de uso turístico plantean al sector hotelero, siempre que estén reguladas, legalizadas y en condiciones de habitabilidad, constituyen una oferta de alojamiento más, alternativa a la ya existente,con la que intensificar las pernoctaciones en la ciudad, una cuestión por la que siempre se ha luchado en Toledo.

Estos últimos días he visto varias parejas de turistas con sus «trolleys» transitando por calles muy distantes del centro, en las que no hay establecimientos hoteleros. Esta diversificación de la oferta, aunque sea esporádica o poco intensiva, puede ser un revulsivo para zonas poco pobladas del Centro Histórico , beneficiando a los pequeños comercios de barrio, con una clientela ocasional que viene sin coches y que no irá a comprar a las grandes superficies. Creo que en estos casos sí puede darse una interrelación vecinal.

Algo más o menos parecido ocurre con la oferta turístico-cultural de las rutas guiadas por el Centro Histórico , que también se ha decantado por las visitas a rincones y plazas poco conocidos y a unas temáticas personalizadas, alternativas a la oferta habitual de las tradicionales visitas guiadas. Cada fin de semana puede verse a un buen número de estos grupos, entre los cuales hay residentes toledanos entremezclados con turistas, lo que supone también una buena interrelación más entre visitantes y población autóctona.

En mi opinión, de la misma forma que el fenómeno de las casas rurales viene desde hace tiempo dando a conocer y respetar la naturaleza y el medio rural, sus costumbres, su cultura y su gastronomía, también las viviendas de uso turístico, con una regulación que asegure su sostenibilidad, pueden dar a conocer mejor a sus habitantes, sus costumbres y a relacionarse con ellos.

En cualquier caso, no es probable que Toledo, con su oferta enfocada al turismo cultural y familiar, vaya a tener problemas de masificación turística, por lo que, con independencia de donde pernocten, más vale decir: «Tourists, welcome!».

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