El subinspector de la 'patada en la puerta': «¡Qué ganas tenía de que mis compañeros salieran de la causa!»
El agente de la Policía Nacional asegura a ABC que «empieza a imperar el sentido común: yo soy el único responsable»
«Estoy muy contento, un notición. ¡Qué ganas tenía de que mis compañeros salieran de la causa! ¡No tenía ningún sentido que los mantuvieran en ella! », afirma a ABC el subinspector al frente del operativo que, durante la pandemia, irrumpió en un piso de la madrileña calle Lagasca en el que se celebraba una fiesta ilegal. Sus moradores se negaron a abrir la puerta a los agentes e identificarse.
El subinspector responde así después de conocerse que el titular del Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid ha ordenado el archivo de la causa abierta contra cinco de los seis policías nacionales del operativo . Ahora será solamente él quien tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados, aunque la resolución judicial no es firme y puede recurrirse.
«Llevo ni se sabe de tiempo diciendo que mis compañeros no tenían que estar en la causa» , continúa el agente, policía nacional desde 2003. «Se lo he dicho a la Fiscalía, al juez de instrucción en mi declaración, en el atestado de mi comparecencia lo puse: 'Yo era el responsable, el que di la orden' ». «Lo he dicho mil veces -insiste- y a los compañeros les envíe en su día una nota interna, firmada digitalmente con mi carné profesional de policía, en la que recordaba que era yo quien había dado la orden y que era yo el único responsable de ella».
En esa nota interna, firmada el 19 de junio y a la que ha tenido acceso ABC, el subinspector resalta en negrita que los agentes «actuaban en todo momento bajo mis órdenes , conforme a los principios de jerarquía y subordinación que les son inherentes en el ejercicio de sus funciones». Y concluye su escrito rogando que se responsabilice «de forma exclusiva y excluyente a mi persona como máximo responsable de la intervención» ; unas palabras que subraya en rojo.
«¿Para qué soy subinspector?»
En sus declaraciones a este periódico, lamenta que «nadie» le haya escuchado. «Entonces, ¿para qué hay jerarquía y subordinación? ¿Para qué soy mando? ¿Para qué soy subinspector? ¿Para cobrar más a final de mes y no responsabilizarme de mis decisiones y de mis órdenes?», se pregunta el agente. «Es que no tiene sentido. No tiene sentido que, si yo doy una orden a un policía y el policía no la ejecuta, se enfrenta a un expediente disciplinario», pone de ejemplo. «Pero resulta que si la ejecuta, y yo teóricamente me he equivocado y no es una orden adecuada, como sostiene la Audiencia de Madrid, responsabilizan también al policía. ¡No puede ser así! Entonces, ¿para qué hay jefes? », se cuestiona.
A juicio del subinspector, con la decisión judicial de cerrar la causa contra sus cinco compañeros «empieza a imperar el sentido común» . Y cree que «ésta es la primera de las muchísimas victorias que van a venir a continuación. Porque todo lo que pase de aquí en adelante va a ser a favor nuestro; al final, tarde o temprano me van a dar la razón porque intervine con la legalidad vigente; en base a la ley y en base a derecho».
Considera que «se creará un precedente y se va a demostrar que esa intervención se hizo bien» . «Ya está dado el primer paso, que ha sido quitar a mis compañeros; me he quitado esa gran carga psicológica de pensar que los estaba arrastrando conmigo; y, con esta decisión judicial, estoy encantado, estoy en una nube», concluye el agente, quien recuerda los valores que le enseñó su padre, policía nacional jubilado: «La lealtad, la responsabilidad y el sacrificio».
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