Santiago Sastre

Responsabilidad ante el coronavirus

«Hay que tener en cuenta los sectores más perjudicados y echarles una mano»

POR SANTIAGO SASTRE

El asunto del coronavirus es algo muy serio y se ponen en juego muchas cosas que exigen que todos tengamos que arrimar el hombro para afrontar la situación. Aunque en Toledo no se haya registrado un número elevado de casos (sí en el cercano Madrid) no por eso hay que bajar la guardia y es preciso ser consciente de la responsabilidad que tenemos todos.

Por un lado, es importante que reaccione bien nuestro sistema de sanidad pública. Los que han contraído el virus necesitan unas atenciones especiales (pues provoca una insuficiencia respiratoria) y tampoco deben ser descuidados los que están atendidos por cualquier otra enfermedad en los hospitales. Preocupa que se llegue a colapsar la atención sanitaria ante el número elevado de pacientes. Y, además, hay que prestar atención al personal sanitario, para que puedan desempeñar su trabajo de forma adecuada y con garantías de seguridad.

Por supuesto que los poderes públicos deben ayudar a paliar los efectos que produce esta situación, tomando medidas porque se trata de una situación excepcional. El impacto en el sector laboral es grave y nadie tiene la culpa de eso , por eso la política tiene que estar al quite para ayudar con medidas económicas, jurídicas, etc, del mismo modo que se hace cuando hay una situación imprevista que produce un daño. Hay que tener en cuenta los sectores más perjudicados y echarles una mano.

Y, por supuesto, se debe apelar a la responsabilidad de todos y cada uno. Esto significa que hay que cortar la cadena de los contagios, por eso se nos exige el sacrificio de reducir nuestra movilidad , no acudir a actos a los que asista mucho público, donde hay riesgo de contraer y expandir el virus. Nadie puede decir que es inmune o que está a salvo. Debemos ser conscientes que la salud de los demás también está en nuestras manos; depende de cómo actuemos.

Creo que hay que llamar la atención sobre la relevancia de que tengamos un sistema sanitario público bien preparado, sobre la importancia de que los poderes públicos tomen medidas para evitar la extensión del virus (sin alarmismo pero con firmeza) y contrarrestar las consecuencias negativas de esta situación y, sobre todo, que cada persona debe asumir su cuota de sacrificio, asuma que en sus manos está la salud no solo suya (y de su familia y allegados) sino también la de los demás, porque de todos depende evitar la propagación del virus. Cuando a Caín le preguntaron por su hermano él respondió: «Soy yo acaso el guardián de mi hermano?» La respuesta es sí, sobre todo ahora. Todos somos guardianes de los demás.

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