Santiago Sastre
Melancolía con Bécquer
Guillermo Suazo acaba de publicar la obra completa del célebre poeta sevillano en tres volúmenes
Ahora que parece que vamos reponiéndonos del coronavirus nos viene de golpe y porrazo la guerra de Rusia contra Ucrania. Casualmente la invasión putinesca me pilla en la Universidad dando clases a mis alumnos de Estudios Internacionales sobre los derechos humanos y es fácil incurrir en el desánimo al ver que el Derecho Internacional es un Derecho blandengue, pues carece de fuerza y, al final, impera la ley del más fuerte. Esta es una guerra que vemos próxima por su cercanía a Europa, por eso tiene una importante significación política. Pero hay que huir de esa hipocresía, pues todas las víctimas son iguales, ya estén cerca o lejos , sufran un conflicto u otro, y por eso merecen muestra ayuda y movilización.
He pasado estos días melancólicos leyendo a Bécquer . El profesor palentino Guillermo Suazo , que ha sido catedrático de literatura en un instituto de Talavera durante más de 25 años, acaba de publicar la obra completa de Bécquer en tres volúmenes (¡de más de 700 páginas cada uno!), que se pueden adquirir por separado. Se trata de un trabajo 'homérico', muy riguroso, con jugosas introducciones y abundantes notas. La edición del profesor Suazo es excepcional, delimita con precisión la obra del célebre poeta sevillano (pues su obra se editó de forma póstuma y se le atribuyeron falsamente poemas y leyendas) y, además, incorpora ilustraciones que acompañaron a los textos de Bécquer (muchas de ellas de su hermano Valeriano Bécquer).
Toledo es una ciudad becqueriana , pues la visitó varias veces y en la casa del laurel pasó más de un año. Toledo está en sus poemas, en sus leyendas y en sus artículos. Además realizó un estudio sobre los templos de nuestra ciudad. Falta en Toledo algún detalle escultórico que evoque la figura de Bécquer , pues una placa sabe a poco. Y también, como sugiere Suazo, vendría bien un hermanamiento de las ciudades becquerianas (capitaneadas por Sevilla, Madrid, Toledo y Soria) que potenciara el turismo y promoviera encuentros poéticos en estos lugare s.
Bécquer es fundamental para entender el origen de la poesía moderna, porque da el paso de escribir de otra manera, dejando, por ejemplo, la artificialidad y el palabrerío narrador de un Espronceda o de un Zorrilla, para contar lo que el poeta siente y le pasa desde una calculada sencillez. Por eso todos los autores de la generación del 27 asumen la fuerza de una tradición poética que se remonta, junto a Machado y Juan Ramón Jiménez, sobre todo a Bécquer. Ahora el profesor Suazo es noticia porque va a impartir dos conferencias en la Biblioteca de Castilla-La Mancha ; una sobre el estudio sobre los templos de Toledo de Bécquer (el 17 de marzo) y otra sobre la faceta de Bécquer como periodista (el 24 de marzo), que fue su principal actividad profesional. Es una ocasión de oro para escuchar a uno de los mejores especialistas becquerianos y adquirir alguno de esos volúmenes o los tres.
Según el testimonio de un amigo cubano las últimas palabras que pronunció Bécquer en el lecho de muerte fueron: 'Todo mortal'. El coronavirus y la guerra contra Ucrania me hacen pensar en la fragilidad humana y la cercanía de la muerte. Pero mientras leo la edición becqueriana de Suazo veo que contradice las últimas palabras que dijo el poeta. Él es ahora “todo inmortal”, al menos mientras haya lectores que regresen, como las golondrinas, a cobijarse en sus textos.