Santiago Sastre
El emperador de la cultura
«El VIII centenario de Alfonso X El Sabio se presta a ir más allá de la historia»
Ya se ha constituido el Consejo para la organización del octavo centenario del nacimiento del toledano Alfonso X el Sabio . Sin duda, es una buena noticia, pues hay que darse prisa no sea que nos pille el toro, ya que hablamos del año que viene. Por la composición del Consejo cabe decir que llama la atención su pluralismo y el relevante protagonismo de la sociedad civil , pues participan muchas asociaciones del mundo de la cultura.
Desde luego que habrá que divulgar la vida, el reinado, el contexto y la relación con Toledo de este monarca; o sea, la historia (contamos con que habrá una gran exposición). Pero esta efeméride se presta a ir más allá de la historia, a que no nos quedemos en una recreación de nuestro pasado . No digo que no sea importante, pero a veces parece que padecemos una especie de historicitis toledana, porque siempre estamos erre que erre con conferencias de historia.
Esta efeméride se presta a atender algunas de las que fueron las principales preocupaciones del rey Sabio . Por ejemplo, la astronomía , una disciplina que apenas se estudia en los colegios (dicen que el rey tenía su observatorio en el castillo san Servando). También el maravilloso mundo de las piedras y los minerales . Otro tema es el ajedrez , uno de los juegos más importantes de la Edad Media, de origen árabe. ¡Qué bueno sería organizar un concurso de ajedrez promovido desde los colegios! El monarca demostró un gran interés por la cultura judía y árabe , algo que se podría potenciar ahora, pues aún existe mucho desconocimiento. ¿Y cómo no destacar la poesía? Alfonso X era poeta , pues escribió en gallego las famosas Cantigas , y se rodeó de importantes trovadores. Estaría bien convocar a los poetas toledanos a recitales en distintos puntos del casco toledano , al estilo de Voix Vives. Y no hay que olvidar la relevancia del habla toledano como lengua que se empleó en el ámbito de la Administración y también entre la gente, frente al difícil latín. Sobre este tema tenemos a un gran especialista al que hay que aprovechar: el filólogo y presidente del Ateneo J uan José Fernández Delgado . Y para ilustrar lo que significó Alfonso X viene de perlas leer el librito, de 40 páginas, de José Carlos Gómez-Menor (uno de los mejores historiadores toledanos, que en breve cumplirá los noventa y uno) que publicó el IPIET en 1985 y que es fácil encontrar en pdf en internet.
Lo que quería con este artículo era reivindicar que no sólo se mire hacia atrás, hacia la historia , sino que se preste atención a muchas actividades que interesaron a nuestro paisano, es decir, a interpretar su legado desde nuestro aquí y nuestro ahora . Y, desde luego, animo a esa Comisión a que trabaje en esta efeméride que debe ser celebrada por todo lo alto (y que ojalá involucre a muchos sectores de la sociedad civil), ya que se trata, como lo llamó el profesor Ángel Valbuena, nada más y nada menos que del gran emperador de la cultura.