La restauración de la torre de la catedral de Toledo descubre detalles antes desapercibidos
Los trabajos han durado más de 13 meses
Estaban ahí, pero no eran visibles o al menos permanecían enmascarados. Son esos detalles que fueron ejecutados hace siglos y que ahora aparecen como algo nuevo gracias a la profunda renovación que durante más de trece meses se ha sometido a la t orre de la catedral toledana.
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La misma no solo ha servido para limpiar y reafirmar la piedra, sino para resaltar su tono grisáceo y tesoros que parecían escondidos. Es el caso de los escudos de piedra blanca sobre fondo oscuro esculpidos en una franja a la mitad de la torre de noventa metros de altura.
Es uno de los detalles que no ha pasado ni mucho menos desapercibido para los toledanos que han podido observar ya desde hace semanas el trabajo de restauración a medida que se han ido retirando los andamios, operación que quedará terminada a principios de la semana próxima.
Las obras de restauración comenzaron el 4 de agosto de 2019 con el montaje de la enorme estructura de andamiaje y terminaron a primeros del pasado mes de septiembre, un tiempo en que se ha llevado a cabo la reforma más profunda que nunca antes se había realizado en la formidable torre de la catedral primada.