El peso de la enseñanza concertada en Castilla-La Mancha
Son más de 5.000 trabajadores y atienden a 54.000 alumnos repartidos en 142 centros de Castilla-La Mancha. Equiparar salarios y trabajo con la pública, asignaturas pendientes
El sindicato FSIE CLM repasa los asuntos pendientes con la Consejería de Educación, algunos que vienen arrastrándose desde los inicios de las transferencias educativas a las comunidades en el año 2000
La enseñanza concertada sigue siendo un pilar fundamental en la educación en Castilla-La Mancha. Sin sus edificios y su material humano hubiera sido imposible hacer universal la educación en los año 80 en España, algo que se logró gracias a las firmas de conciertos con los centros privados de la región, la mayoría pertenecientes a congregaciones religiosas, que cedieron sus instalaciones y a su personal, a cambio de salarios públicos. Han pasado varias décadas y estos centros siguen al pie del cañón, trabajando por la educación y por ser reconocidos por toda la sociedad, un camino en el que se han producido avances aunque aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, aquí, en Castilla-La Mancha, un puesto escolar en la concertada le sale más barato al Gobierno regional porque dos profesores de la concertada hacen el trabajo de tres en la pública.
Lo sabe bien Juan Jesús Batanero , secretario autonómico de FSIE Castilla-La Mancha, el sindicato mayoritario en este sector en la región, que lleva años reivindicando la igualdad real con la pública , tanto en los salarios como en la carga del trabajo. Aunque recién aprobada la oposición la diferencia de sueldo es tan solo de un tres por ciento, con el tiempo gracias a complementos como los sexenios se va acrecentando y puede llegar a superar en trabajadores de 30 años hasta los 600 euros. Y también hay diferencias en las cargas de trabajo: «un profesor de la concertada trabaja 25 horas lectivas en Secundaria, mientras que en la red pública lo hace solo 20 horas lectivas y, además, les restan horas por jefatura de departamento o tutorías», explica Batanero a ABC.
La enseñanza concertada mantiene en la región a más de 5.000 trabajadores , entre docentes, personal complementario y personal de administración y servicios, todos ellos distribuidos en 129 centros concertados y 13 centros de educación especial , también concertados. De estos centros aproximadamente 80 pertenecen a instituciones religiosas, 24 son cooperativas y el resto son de asociaciones, fundaciones o de titularidad familiar. Y todo para atender la educación de más 54.000 alumnos escolarizados en la educación concertada, que representan el 12,5 por ciento del total de alumnos en la región.
En la región, el sindicato FSIE de Castilla-La Mancha logró en 2012 un importante acuerdo para el mantenimiento de empleo, una de las grandes preocupaciones del colectivo por la pérdida de unidades concertadas o el cierre de centros debido a la disminución de alumnado en las zonas rurales o barrios envejecidos. «Es un acuerdo pionero y único en España, por sus características excepcionales, y que permite mantener la estructura del sector y recolocar a todos los trabajadores afectados y que no se pierda ningún puestos de trabajo», según el responsable sindical, que destaca también que en Castilla-La Mancha también se ha logrado firmar un acuerdo de jubilación al 50 por ciento , «que permite hacer una transición progresiva en la renovación de los trabajadores de cada centro». Ahora, «seguimos negociando para hacerlo extensible a los trabajadores de niveles no concertados y para mejorar las condiciones del acuerdo».
Juan Jesús Batanero repasa los asuntos pendientes con la Consejería de Educación, algunos que vienen arrastrándose desde los inicios de las transferencias educativas a las comunidades en el año 2000. Todas estas reivindicaciones están relacionadas con la igualdad real con los trabajadores de la red pública. Así, se pide la reducción carga lectiva a mayores 58 años; la posibilidad de concertar el primer ciclo de Educación Infantil; el reconocimiento de sexenios, ligados a la formación y actualización del docente; la sustitución desde el primer día; bajada de ratios , para mejorar la calidad educativa; la dotación de recursos humanos y materiales de tal forma que se pueda atender de una manera especial a aquellos alumnos que tengan necesidades especiales. Existen también dos peticiones concretas, la primera relacionada con el salario de los orientadores, para que se equipare a la titulación requerida, no en base a la etapa en la que se imparte y ejerce la labor y el acuerdo de la paga extraordinaria de antigüedad, conocida como la paga 25 años. Este asunto, que se remonta a julio de 2006, cuando se aprobó concederla todos los trabajadores al cumplir 25 años de permanencia en el centro, se fue abonando sin problemas hasta el año 2017, que se suprimió. El asunto está en los tribunales, tras interponer FSIE CLM una demanda en la sala de lo contencioso-administrativo del TSJ de Castilla la Mancha. «Somos el único sindicato que nos hemos preocupado por reestablecer un derecho existente y lucharemos por que se haga efectivo llegando hasta donde haya que llegar», afirma. «Lo que pedimos es una igualdad de trato con la enseñanza pública porque tanto la red concertada como la pública garantizamos el servicio público de la educación», dice Batanero.
En la actualidad, la enseñanza concertada vive en un periodo estable , gracias, sobre todo, a la firma del acuerdo de mantenimiento de empleo, pero a su vez con «ciertas nubes» que pueden llegar a ser inicio de problemas y «nos producen cierta inquietud y preocupación, por la Lomloe , una ley política, aprobada sin el consenso de la comunidad educativa, a la que nos oponemos por no ser beneficiosa para las familias, los alumnos y por supuesto para los trabajadores. Y que ataca frontalmente a uno de nuestros principios rectores la libre elección de centro». Otra de las inquietudes es el descenso de natalidad, lo que pone a los centros de zonas rurales o de los barrios envejecidos de las grandes ciudades en situación complicada por la falta de alumnado, una situación que a su juicio, se solventaría fácilmente con la bajada de ratios (número de alumnos por aula), lo que además influiría en la mejora de la calidad.
Dos redes complementarias
También se sienten amenazados por algunos sectores de la educación pública, que «pretenden crear un enfrentamiento ficticio entre las dos redes educativas pública y concertada». Todo lo contrario, desde FSIE «defendemos una educación pública de calidad y una educación concertada en las mismas condiciones, pues en ambas redes, que son complementarias, se escolarizan alumnos que son el futuro de la sociedad de Castilla-La Mancha». «Esta complementariedad de las dos redes, pública y concertada es la garantía real de la igualdad de oportunidades y la pluralidad que posibilita la libertad de elección de las familias », afirma el dirigente sindical de FSIE que reconoce también «el trato igualitario recibido durante la pandemia respecto a los materiales entregados en los centros y la vacunación de docentes y personal de servicios y demás procedimientos relacionados con las medidas Covid».