«El paro es el síntoma de que la economía se desacelera más rápido de lo esperado»
Fedeto llama a tomar decisiones económicas adecuadas en un momento «complicado»

El secretario general de la Federación Empresarial Toledana (Fedeto), Manuel Madruga , centraba en ABC hace unos días la visión de los empresarios de la provincia sobre varias claves de la actual situación económica. Hoy analiza otros aspectos de un momento económico lleno de incertidumbre.
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Precisamente una de las cuestiones más actuales es la posible influencia de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), que según Madruga va a afectar a las empresas y al empleo. Pocos días después, los recientes datos de la última EPA le han venido a dar la razón, así como los del paro del mes de enero. Incluso personalidades de la política como el presidente extremeño, Fernández Vara, señaló que la pérdida de empleos en su región sólo puede responder a una «causa anómala», en clara referencia a las subidas del SMI de 2019 y de 2020. También la portavoz del gobierno regional, Blanca Fernández, reconoció que esa subida puede tener una incidencia negativa en algunos sectores. Incluso el Ministro de Agricultura que ha admitido que la subida del SMI condiciona la actividad agraria.
¿Qué le parecen esos datos y esas opiniones sobre el salario mínimo interprofesional?
Pues que nos encontramos ante una realidad evidente que, por cierto, no sólo afecta a la actividad agraria, sino a todos los sectores empresariales. Ahora bien, el SMI no es el único factor negativo que está incidiendo directamente en el empleo. El más importante es la desaceleración de nuestra economía. Pero claro, si en una situación económica difícil se adoptan decisiones erróneas que implican que los costes laborales suban mucho más de lo esperado, lo que sucede es que tenemos el coctel perfecto para que se destruya más empleo. Ha sido un error no escuchar y, sobre todo, no calibrar los efectos que iba a producir esta medida en unos momentos tan delicados.
Viendo lo que está pasando ¿Cómo describiría usted el mercado laboral español en estos momentos?
Pues diciendo que es un mercado que pierde dinamismo de forma gradual, en línea con la ralentización de la actividad económica. Esa pérdida de dinamismo se está viendo agravada por la subida del SMI y por la incertidumbre que provocan las medidas que se están anunciando que generan una crisis de confianza empresarial.
Hacer diagnóstico
¿Podemos asistir a una mayor escalada de desempleo?
Yo no me atrevería a decir que se va a producir una mayor escalada de desempleo. En todo caso el paro sólo es un síntoma de la enfermedad que está detrás. Que no se quiere diagnosticar todavía y que puede agravarse si no se acierta con el diagnóstico ni con el necesario tratamiento para superarla. Esa enfermedad es que nuestra economía se desacelera más de lo esperado y más rápidamente de lo previsto.
Pero quienes analizan los datos del paro se refieren a ellos como coyunturales y estacionales ¿Cuál es la opinión de Fedeto?
Hacer ese análisis es un error. La EPA y los datos de paro deben ser analizados con la perspectiva de varios meses de evolución. Lo que nos están diciendo esos datos es que España, todavía, está inmersa en la inercia de una economía que, hasta ahora, crecía a buen ritmo, pero ahora problema es que nuestra economía se está frenando más de lo que se esperaba. Ante una situación así, adoptar medidas inadecuadas o generar incertidumbre en las empresas, desde luego no es lo más adecuado para crear empleo.
¿Qué provoca esa incertidumbre o desconfianza empresarial?
Pues que el empresario no sabe a qué atenerse. Y hasta que no lo sepa en lo tocante a las medidas que se le van a aplicar, como por ejemplo en presión fiscal o normativa laboral, es difícil que invierta y que contrate. El dinero no es miedoso, como se suele afirmar, es precavido y prudente y la precaución y la prudencia no casan con la incertidumbre y la falta de confianza.
Debemos abandonar la senda de centrarnos solo en un sector. Hay que tomar decisiones para que todos los sectores crezcan al mismo tiempo
¿Cómo ven desde Fedeto la actual situación económica?
Con preocupación, por el comportamiento de los principales datos económicos. Precisamente la confianza empresarial, según las últimas encuestas, se está desplomando por la incertidumbre económica que tenemos.
Hablando de economía, ¿para Fedeto es verdad eso de que “viene el lobo”? Se lo pregunto porque en la editorial de su revista empresarial de diciembre así lo afirman ustedes.
Fedeto analiza los datos del INE y dice lo que piensa. Lo que analizamos es que se ha producido una caída del consumo interno y que los españoles, ante la incertidumbre económica, prefieren ahorrar a consumir. Y lo que decimos es que, cuando cae el consumo, cae la inversión empresarial. Por eso los datos del INE revelan que la inversión en activos fijos materiales ha caído 4,8 puntos y que la inversión en maquinaria y bienes de equipo se ha reducido más de 10 puntos. Eso demuestra que el empresario oye los aullidos del lobo que se acerca. Pero lo que se nos está diciendo es que no es para tanto. Siempre hay quien pretende negar la realidad.
Entonces, para Fedeto ¿nuestra economía se desacelera o entra en crisis?
Fedeto lo que dice es que nuestra economía se viene desacelerando, como el resto de economías del mundo, desde hace varios trimestres. Es cierto que la desaceleración mundial se está moderando, pero España, con un crecimiento del PIB del 1,9% en 2019, aporta su peor dato de crecimiento desde la crisis financiera. Nuestro problema es que en España tenemos un gasto público desorbitado, un déficit excesivo, una deuda pública desproporcionada, un conflicto territorial preocupante, una fiscalidad que lastra la competitividad de las empresas y una normativa laboral demasiado rígida que, todavía, se quiere hacer más intervencionista. Esto puede determinar, según las últimas previsiones económicas, que nuestro crecimiento en 2020 sea sólo del 1,6%. Todos estos factores juntos hacen que nuestro país, ante una desaceleración económica global como la actual, corra mayor riesgo de caer en una crisis económica que otros países de nuestro entorno que, a diferencia de nosotros, han adoptado medidas para evitarla o paliarla.
El gobierno defiende las medidas económicas que anuncia afirmando que el estado de bienestar precisa de ellas ¿Qué les parece esto a los empresarios?
Los empresarios, como cualquier persona normal en España, son conscientes de que tenemos un estado de bienestar que debemos sostener entre todos. El problema es que ya lo pagamos, en parte, con déficit público y con deuda pública. Por eso, las cuentas públicas se están tratando de equilibrar, desde hace demasiado tiempo, por la vía de subir los impuestos y no por la de reducir los gastos públicos. Lo malo es que cuando se suben los impuestos se paralizan las inversiones empresariales. Y esto es algo que no nos podemos permitir. Por eso es tan importante que, cuanto antes, se nos diga claramente cuáles van a ser las recetas económicas que se van a utilizar. Queda muy bien anunciar avances sociales cuando hay con qué sostenerlos, pero cuando no hay, esos anuncios sólo son antieconómicos.
Recetas económicas
¿Cuáles son entonces las recetas de Fedeto que mejorarían la situación de la economía española?
Adoptar decisiones que impliquen que las empresas españolas puedan ser más competitivas. Tan sencillo como eso. Reducir la presión fiscal, impulsar la industria y con ella la I+D+I, mejorar la educación y formación de nuestros jóvenes y trabajadores, planificar nuestro modelo económico, tomando decisiones estratégicas que permitan que los distintos sectores económicos crezcan al mismo tiempo y de una manera equilibrada. Debemos abandonar la senda de centrarnos sólo en un sector económico concreto porque sea el que coyunturalmente funcione mejor. Tenemos que tener la mirada puesta en el futuro, a medio y largo plazo, abandonando el cortoplacismo. O se adoptan recetas de este tipo, aunque no sean del todo populares, o tarde o temprano nos vamos a encontrar ante una situación que puede ser muy complicada. Cuanto antes nos demos cuenta de esto mejor para todos.
Parece que las exportaciones son la tabla de salvación de la economía española, otra vez.
Es cierto que la economía española salva los muebles, otra vez, gracias a las exportaciones. Pero no nos engañemos, esto no es debido a nuestra fortaleza económica, se debe al mal de otros, en concreto a la guerra comercial, al Brexit y a las incertidumbres que amenazan a otros países. Lo preocupante es que puede que ahora no sea el mejor momento para que nuestra economía dependa, sólo, de las exportaciones. Lo más probable es que la tendencia de moderado crecimiento de nuestro comercio exterior dure lo mismo que tarden en empeorar más las economías de nuestros vecinos o en mejorar las condiciones de competitividad de otros países.