Operación de la Guardia Civil en un chalé de Nambroca
Los vecinos aseguran que los agentes habrían detenido a dos de los tres moradores de una vivienda en la calle Calatañazor
«¡Alto, Guardia Civil!». Los gritos de los agentes que esta mañana entraron en un chalé de Nambroca alertaron a los vecinos de la calle Calatañazor, en la urbanización La portada. Un despliegue de vehículos y agentes rodeó el inmueble situado en el número 9, donde tres hombres jóvenes vivían desde hacía meses.
Los vecinos aseguran que la Guardia Civil se llevó esposados a dos magrebíes que residían en la vivienda, que desprendía un olor a marihuana «de vez en cuando», aunque fuentes del instituto armado no han facilitado a ABC ninguna información sobre la operación.
Alrededor de las nueve de la mañana, la Guardia Civil irrumpió en el chalé. Entre los agentes, miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de la Comandancia de Toledo, además de perros del servicio Cinológico especializados en drogas.
![Vivienda inspeccionada por la Guardia Civil](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2020/05/28/vivienda-kJnE--510x349@abc.jpg)
Durante parte de la mañana, los vecinos escucharon los ruidos del martillo electrónico que empleados de una compañía eléctrica usaron para cortar el suministro, ya que los moradores tenían un enganche de luz ilegal, según los vecinos. Dentro de la vivienda, en la buhardilla, varios aparatos de aire acondicionado funcionaban todo el día. «Tenían una gran infraestructura en el chalé, que era un invernadero de marihuana», asegura una mujer.
Uno de los tres moradores era el encargado de salir del chalé y moverse en un turismo blanco, mientras que los otros dos permanecían dentro. Tenían dos perros, que siguen en la casa esta tarde, además de una cabra, «que la sacaban a pasear, pero que se la habrán comido después de terminar el Ramadán porque ya no la veíamos», según los vecinos. «Eran unas personas herméticas, se les veía muy poco por la calle», cuentan, aunque desconocen si eran ocupas.
Los vecinos también afirman que la Guardia Civil ya estuvo en esa misma vivienda hace alrededor de un año, «y entonces el olor a marihuana era increíble».
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